Comienzan a aparecer datos concretos sobre los alcances del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), uno de los programas centrales que implementó el gobierno para enfrentar la caída de los ingresos de os sectores más vulnerables de la población. De acuerdo con información proporcionada por la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), de los 9 millones de personas que recibieron el IFE, unos 5,6 millones (61,7%) son trabajadores informales o están desocupados; 2,4 millones perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) o por Embarazo (AUE); 700 mil (7,8%) son monotributistas de las categorías A, B o están registrados en el monotributo social; 180 mil (2,1%) son trabajadores de casas particulares y 120 mil (1,4%) son titulares del Progresar.
Hay un dato que refleja la precariedad de ingresos en la que se encuentra ese amplio sector de 5,6 millones de personas. Según los datos de Anses, “de febrero de 2019 a enero de 2020, solo 826.195 personas (9,3% del total de beneficiarios del IFE) tuvieron trabajo registrado al menos un mes y percibieron, en promedio, una remuneración de 13.046 pesos durante cuatro meses”.
Geografía
El impacto social del IFE también se puede medir cuando se compara su alcance con la población económicamente activa (aquella que trabaja o busca trabajo). A nivel nacional, el 44% de las personas que componen la PEA recibió el IFE. Pero su presencia se hace más evidente en las provincias que presentan los indicadores sociales con mayor situación de vulnerabilidad, indicó el organismo previsional que dirige Fernanda Raverta.
Así, hasta un 80% de la PEA recibe el IFE en las provincias del Noreste Argentino (NEA, integrado por Misiones, Corrientes Chaco y Formosa). En ese territorio, la menor proporción de receptores del IFE es del 55 por ciento.
En el Noroeste (NOA, Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja) las proporciones caen un poco respecto del NEA, pero siguen siendo muy elevadas, con rangos que van del 53 al 71% de la PEA.
En tanto, las proporciones bajan en la Patagonia, donde la proporción de la PEA que recibe el IFE fluctúa entre el 29% y el 42%, según a provincia. En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires, ese nivel es del 23%. Anses no brindó datos sobre el Área Metropolitana de Buenos Aires (el AMBA, muy mencionado en estos días por la gestión de la pandemia entre CABA y el Gran Buenos Aires).