El gobierno ilegal de las Islas Malvinas prorrogó por dos años, hasta diciembre de 2026, todas las licencias ilícitas de exploración y producción de petróleo en poder de Rockhopper Exploration.

Esta petrolera tiene intereses en cuencas hidrocarburíferas ubicadas al norte y al sur de las Malvinas, incluida Sea Lion, el yacimiento más importante de todos los que rodean las islas y que se calcula que posee reservas por casi 800 millones de barriles de crudo.

En un comunicado, Rockhopper dijo que esta extensión de la vida de las licencias se logró “luego de conversaciones” con el gobierno de las Islas Malvinas, “de modo que las licencias ahora estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2026”.

Esta no es la primera vez que el gobierno kelper prorroga las licencias de Rockhopper desde que le otorgó las primeras, en 2010. La última vez sucedió en julio de 2022 por dos años, hasta noviembre de 2024.

En aquel momento, la prórroga se justificó en que Rockhopper cambió de socio: Premier Oil adquirida por Chrysaor y transformada en Harbour, se retiró y dejó su lugar a la petrolera israelí Navitas, que se quedó con el derecho a dos tercios de los beneficios que se obtengan cuando arranque la producción.

Según la última actualización de los estudios del subsuelo marino en Sea Lion, realizado por la firma especializada Netherland Sewell & Associates (NSAI), ese yacimiento contendría 791 millones de barriles de petróleo extraíbles.

El plan elaborado por NSAI prevé que antes de fin de año Rockhopper y Navitas deben tomar la decisión final en relación a avanzar -o no hacerlo- con la explotación. En caso de decidir seguir, el primer crudo sería extraído a fines de 2026.