La debacle del gobierno de Mauricio Macri ya es objeto de estudio académico. Dos investigadores del FMI, Ramzy Al Amine y Tim Willems, la usaron para averiguar por qué los inversores le prestaron dinero a la Argentina a tasas más bajas de lo que los datos básicos de la economía lo sugerían. El artículo, publicado en la web del organismo, indaga el proceso de endeudamiento en que incurrió Argentina a partir de 2016, como también el de Mozambique en 2013 (basado en el descubrimiento de reservas de gas) y en algunos países europeos a principios de los 2000.
Sobre Macri, los autores recordaron que su triunfo electoral «generó excitación entre los inversores, que lo veían como un reformador pro-mercado. Con tan altas esperanzas, estaban ansiosos por prestarle a Argentina. Sin embargo, se hizo cada vez más difícil racionalizar estas condiciones benignas de endeudamiento basadas en los fundamentos existentes y pronto el sentimiento se agrió».
Con regresiones matemáticas basadas en el PBI, el riesgo país, la inflación y los términos de intercambio, entre otros datos, el estudio concluyó que «el optimismo indebido en torno a un país, representado por poder pedir prestado a tasas más bajas de lo que parecen justificar los fundamentos, tiende a ser seguido por resultados económicos adversos, menor crecimiento económico y, con un mayor rezago, mayor incidencia de crisis fiscales». Los autores, con todo, no explican si esa misma «excitación» fue la que llevó al FMI a otorgarle a la Argentina el mayor préstamo de su historia a pesar de los «fundamentos».