Una gran confusión sobre el valor del dólar reinó este lunes en la City porteña. La disparidad en las cotizaciones era amplia y con pocas cuadras de diferencia se podían encontrar variaciones de hasta cuatro pesos en las vidrieras de las entidades bancarias. Poco después del mediodía la divisa buscaba consolidar un precio de entre $ 60 y $ 65 para la venta al público.. Finalmente cerró a $ 57,30 al público, con una suba de 23% con relación al viernes, y a $ 53 en su versión mayorista. A última hora, el Banco Nación lo compraba a $ 51 y lo vendía a $ 55.
De la misma manera, el spread (apertura entre los precios de compra y venta) de cada entidad fue mucho mayor que en situaciones normales. Si la semana pasada era de dos pesos entre ambas puntas, este lunes llegó a ser de seis o siete pesos, alrededor del 10% de la cotización. La volatilidad era tal que las mismas entidades que pedìan mucho dinero para vender dólares no se animaban a comprarlos a un buen valor por riesgo a quedar desfasados.
El viernes, al cierre de las operaciones, el precio de venta al público en bancos y entidades financieras promediaba $ 46,55, según el relevamiento diario del Banco Central. El domingo por la noche, pocos minutos después de conocerse los primeros resultados electorales, las expectativas se dispararon: algunas sociedades de bolsa que operan para sus clientes las 24 horas del día ya lo ofrecían a $ 48,50. A las 10, hora de apertura del mercado electrónico mayorista, se cotizaba a $ 54,50. Un rato después el Banco Nación lo ofrecía a $ 61, mientras las web de muchos bancos colapsaban y no dejaban comprar billetes a través del homebanking.
Lee también: Alerta por la apertura del mercado este lunes
En paralelo, la política del Banco Central no fue clara. La entidad (cuyo titular, Guido Sandleris, visitó bien temprano la Casa Rosada para entrevistarse con el presidente Mauricio Macri) fue espectadora de lujo de la corrida. Evitó quemar sus dólares cuando el precio estaba bajo y recién intervino en el mercado hacia mediodía, cuando vendió U$S 100 millones a un promedio de $ 55. Este tipo de operaciones de contado, que el Central realiza por primera vez desde septiembre del año pasado (aunque en las últimas semanas había vendido contratos a futuro), estaba vedada en el marco del acuerdo stand by con el Fondo Monetario Internacional, pero luego el organismo aceptó intervenciones extraordinarias para episodios de excesiva volatilidad. Paralelamente, la autoridad monetaria llevó la tasa de interés de las Leliq al 74%, igualando el nivel que tenía a comienzos de octubre del año pasado, con escaso éxito a juzgar por los resultados.