A contramano de su estrategia para pesificar en todo lo posible sus compromisos, el gobierno volverá a emitir títulos de deuda en dólares. Será una emisión acotada de U$S 750 millones y es una de las herramientas con las que se busca calmar el mercado cambiario y reducir la brecha entre las diferentes cotizaciones.
La medida es una de las principales anunciadas por el Ministerio de Economía en el anochecer del lunes. Con ella se busca reducir la presión sobre el CCL (contado con liquidación) de aquellos inversores extranjeros buscan deshacerse de sus colocaciones en moneda local y llevarse billetes contantes y sonantes.
En los mercados financieros se estima que la decisión es un guiño dirigido específicamente a Pimco, el fondo de inversión estadounidense que durante el macrismo había apostado fuerte al carry trade (colocaciones breves aprovechando la fuerte diferencia de tasas entre dos monedas diferentes). En 2018 se supo que, a pedido del entonces ministro de Finanzas, Luis Caputo, el grupo había suscripto series enteras de bonos en pesos por cerca de U$S 3.000 millones. La ola devaluatoria licuó esos activos y el fondo californiano (luego adquirido por el gigante alemán Allianz) sufrió fuertes pérdidas al igual que su similar neoyorquino Templeton, también convocado por Caputo.
Durante la negociación por la reestructuración de los bonos en dólares, Pimco tuvo un papel menos protagónico que otros que encabezaron la línea dura, como Black Rock. Sin embargo, en esa oportunidad selló un pacto con el gobierno: apoyó el canje a cambio de poder dolarizar el resto de sus acreencias. Por eso en julio se resolvió (con la anuencia del Congreso) la emisión de deuda por hasta U$S 1.500 millones, bajo legislación local. En ese momento se dijo que se harían tres subastas en agosto, septiembre y noviembre.
La explicación del Palacio de Hacienda a esa decisión a contramano de la estrategia fue que “todavía convive en este mercado un universo de tenedores externos de instrumentos en pesos, cuyas estrategias y mandatos de inversión no son compatibles con las características estructurales del mismo, lo cual puede generar condiciones de inestabilidad financiera y macroeconómica. Solucionar este problema heredado, que implicó el colapso de un modelo económico y la presencia de actores en el mercado de deuda en pesos que han manifestado su intención de no permanecer en este segmento, requiere diseñar e implementar una solución definitiva e integral”.
Sin embargo, esas licitaciones jamás fueron convocadas. En el mercado creen que la suba del CCL de las últimas semanas, hasta valores por encima de los $ 165, obedeció a la decisión de Pimco de no esperar más y sacar sus fondos como fuese. Ahora Economía anunció que la operación se realizará entre el 9 y 10 de noviembre y que su concreción “contribuirá a disminuir las necesidades de financiamiento neto en los períodos 2020/2021”. Una semana antes se anunciará cuáles serán los títulos elegibles, es decir los que se podrán usar para comprar los nuevos bonos. Todo indica que serán los que tiene Pimco en su cartera.