El eje recaudatorio del Presupuesto 2023 trae consigo cambios tributarios que podrían tener impacto en la economía real. A partir de enero aumentará la alícuota de impuestos internos que pesa sobre los productos electrónicos.
A dos meses y medio de su implementación, la escalera inflacionaria garantiza un nuevo escalón. Los productos importados que hoy están gravados al 17% pasarán a estarlo al 19% y los bienes fabricados en Tierra del Fuego por empresas adherentes al régimen de promoción económica de la isla, pasarán del 6,55% al 9,5 por ciento.
Pero como el impuesto se aplica sobre el propio impuesto, entonces las alícuotas efectivas son mayores. Así, la alícuota del 19% se convierte en una efectiva del 23,46% y la del 9,5% en 10,5%. Es decir, el incremento real es del 2,98% y 3,49%, respectivamente.
Este aumento de la presión tributaria alcanza, entre otros, a celulares, aires acondicionados, monitores, proyectores, televisores, equipos de música, hornos microondas, aparatos de calefacción y secadores de pelo. Pero hay una excepción, en el caso de “Aparatos receptores de radiodifusión que sólo funcionen con fuente de energía exterior, de los tipos utilizados en vehículos automóviles”, que quedarán gravados al 0 por ciento.
El dato genera relación directa con un incremento de precios. O tal vez no. Las preguntas que surgen entre las empresas consultadas por Tiempo son más que las respuestas brindadas. Por ejemplo, según José Lilino, titular de Federación Argentina de Comercios de Artefactos (FACA), “el precio se trasladará directamente” porque son impuestos que no se pueden deducir. En cambio, para una importante empresa argentina de electrodomésticos y electrónicos, “se trata de un mercado muy competitivo, por lo que la dinámica de precios es más compleja”, pero, en realidad, los impuestos (internos) “lo que más te comen es margen de ganancias y el disponible para inversiones”, por lo cual, es “una fantasía” pensar en que se puede recuperar aumentando precios. “Si aumentás mucho el precio, baja la venta, así que no se traslada todo”, concluyen desde la misma entidad.
Por otro lado, Gustavo Benedine, licenciado en comercialización y responsable de gestión de ventas canal retail en Ariston Thermo, la actual turbulencia de precios neutralizará el traslado a los valores finales, porque la suba de los tributos no es significativa. “Hoy no hay precios, se aumenta un 10% o 20% y no pasa nada”. Es que, según el especialista, en un contexto de alta inflación “el impacto del aumento se nota a la primera, luego pasa”, porque los consumidores “analizan cuánto varía la cuota final a pagar en un plan de financiación más que ver el precio del producto”. De todos modos, reconoce que no son pocas las empresas en su rubro que “hacen un colchón” incrementando precios por encima de la inflación y si no venden, ahí aplican descuentos.
Mientras tanto, los planes de pago vigentes buscan lidiar con la suba anual de entre un 60% y 80% en electrodomésticos y electrónicos. Según fuentes de Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), el repunte de las ventas, sobre todo en aire acondicionados y televisores, coincidió con la implementación del Ahora 30 y el CyberMonday, aunque tambien por el Mundial y las altas temperaturas. El dato se conoce tras dos meses de caída en el consumo. “Las cadenas de retail reconocieron que está funcionando mejor de lo que esperaban”, asegura una fuente cercana en diálogo con Tiempo. El programa finaliza en diciembre, con posibilidad de prorrogarse. En Comercio aún no transmiten precisiones al respecto.
La venta de celulares también busca estabilizarse. Por ejemplo, Motorola destaca que “vemos luego de tres años de que los usuarios no cambien los equipos, que la industria comienza a actualizarse. Si bien el actual programa Ahora 30 solo representa una porción menor de las ventas, creemos que es una iniciativa importante para brindarles a las personas la posibilidad de acceder a distintos servicios y productos”.
Benedine resalta este programa junto a su variante Ahora 12, como las opciones más utilizadas en promedio. Sin embargo, en detalle, el Ahora 30 tuvo un funcionamiento desigual. Por caso, Lilino cuenta que en Santa Fe, el programa no tuvo fuerte impacto porque “mientras que los conglomerados están bancarizados, al interior del país la realidad no es la misma y muchos no están acostumbrados a usar el crédito. “Nosotros no hicimos una venta en 30 cuotas este mes”, sentencia.
De todos modos, el problema que los empresarios resaltan con mayor preocupación no tiene que ver con la suba de impuestos, más bien con las restricciones a las importaciones. “La Secretaría de Comercio está en constante comunicación con los distintos sectores por la falta de dólares, pero el esquema de acceso a dólares entre 60 y 180 días según el tamaño de la empresa, es inviable”, alerta Lilino. El titular de FACA detalla que el contenido importado de un producto en promedio es del 15% al 20%. Así, destaca que la producción de heladeras se ve en riesgo por falta de compresores. Misma complicación reconoce Benedine, pero con los termotanques.
Además, el representante de FACA y también integrante de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), reclama por un trato equitativo en la competencia. “Me llega un aire de una marca reconocida a $ 100.000, mientras que a ese precio lo vende la misma página que lo provee. Si lo tengo que vender, por lo menos es a $ 145.000, con todos los ítems que tengo que sumar, alquiler, impuestos, tarifas, sueldos”, ejemplifica. «