En 1945, en tiempos pre-peronistas, el gran Osvaldo Pugliese estrenó un tango que decía:
“Golpearon la puerta de la humilde casa,
la voz del cartero muy clara se oyó,
y el pibe corriendo con todas sus ansias
al perrito blanco sin querer pisó.
‘Mamita, mamita’ se acercó gritando;
la madre extrañada dejo el piletón
y el pibe le dijo riendo y llorando:
‘El club me ha mandado hoy la citación'»
Hace una semana, un chico de 24 años, streemer, youtuber o como quieran llamarle, jugó “profesionalmente” un minuto en un “partido de futbol” entre Vélez Sarsfield y Deportivo Riestra del lado de este último. Alguien lo convocó, pero no por jugar bien, sino por tener siete millones de seguidores en YouTube.
En su pecho llevaba la marca de una bebida energizante y salió riendo y aplaudiendose así mismo después de fabular un foul, para que todas las cámaras lo muestren haciendo publicidad de la bebida, sumar seguidores y enterrar definitivamente al futbol como deporte, a los hinchas como expectadores y a los miles de pibes y pibas que sueñan con jugar en primera.
***
Tengo decenas de pibes y pibas en las aulas que sueñan con jugar en la primera de cualquier club. Cuando hacemos un campeonato relámpago el día del estudiante se arman equipos por curso, por años; es impecable la autoorganización, la seriedad y el empeño que le ponen. En las aulas no son Sarmiento, pero ahí, son Maradona, Messi y De Paul todos juntos.
Entre esos pibes hay quienes ya juegan en algún club, tienen un régimen de asistencia diferencial a la escuela, rinden las materias “como pueden”, su vida pasa por el deporte. Son disciplinados. Juegan en equipo. Saben de rutinas para alimentarse y hacer ejercicio.
Pero también hay pibes que juegan por el “honor”, por “la camiseta”, por “el barrio”. No están federados, juegan en el potrero, meten todo, pero pasan hambre; no tienen rutinas, ni casa, ni zapatillas. Meten todo porque no tienen nada.
***
Hasta Maradona adaptó el tango para una célebre aparición televisiva:
“Mamita querida,
ganaré dinero,
seré un Maradona,
un Kempes, un Olguín;
dicen los muchachos
de Norte Argentino
que tengo más tiro
que el gran Bernabé.”
El futbol siempre fue una mezcla de potrero, gambeta y ansias de triunfar. El capitalismo completó el esquema con el objetivo del dinero. Y, en este caso, no me parece mal. El pibe pobre que quiere sacar a la familia de la villa, el sueño hecho realidad de Maradona, el que nació en Fiorito y que, con cada gambeta, le enrostró al norte italiano industrial clasista, ese sur plebeyo siempre postergado. Una enorme gambeteada con “La cuestión meridional” atado a la zurda.
***
El youtuber es un hijo sano del capitalismo en su fase actual. Es el ejemplo del “capitalismo de plataformas”. Una lógica que está destruyendo a la sociedad y a los pibes en particular. El objetivo del capitalismo es obtener ganancias, pero la pregunta es si vale todo. Y en estos tiempos parece que sí.
Nuestros pibes, en general, han dejado de escuchar las clases, no prestan atención más que a los streemers tipo Spreen que le venden un mundo ideal basado en la búsqueda de la auto-satisfacción a costa del menor esfuerzo posible. Un ser humano super-egoísta que vive un mundo globalizado, pero desde su propio aislamiento, pretendiendo ganar plata fácil, apostando a partidos arreglados de terceras divisiones de ligas de fútbol vernáculas. En lugar de estar haciendo los ejercicios de sumas y restas o leyendo novelas, están con sus teléfonos esperando los resultados que le den uno o dos dólares extras, para volver a perderlos en el próximo penal a favor de algún equipo desconocido de Portugal. Un verdadero horror.
El tango sigue con las siguientes estrofas:
“Vas a ver que lindo
cuando allá en la cancha
mis goles aplaudan;
seré un triunfador.
Jugaré en la quinta
después en primera,
yo sé que me espera
la consagración”
Y pienso en Lucio, en Máximo y Toni (hincha de Vélez), alumnos que sueñan con aplausos en las canchas, pero también quieren aprobar mi materia. Quieren jugar en la quinta y en primera, pero son conscientes que necesitan terminar el colegio. Les queda una semana, van a llevarse, por ahora, el título secundario; ojalá se lleven algún día el otro título tan soñado.
La voz de Enrique Campos completa el tango así:
“Dormía el muchacho y tuvo esa noche
el sueño más lindo que pudo tener;
El estadio lleno, glorioso domingo
por fin en primera lo iban a ver.
Faltando un minuto están cero a cero;
tomó la pelota, sereno en su acción,
gambeteando a todos se enfrentó al arquero
y con fuerte tiro quebró el marcador.”
Pero claro: si Manuel, Mateo y tantos otros esperan el glorioso domingo del debut, el minuto 89 del partido, el pase de Héctor Enrique, la gambeta, el esfuerzo de Shilton y quebrar el marcador.
***
Una basura esa operación del youtuber intruso, como lo llamó Jorge Valdano; qué falta de respeto a mis alumnos. Qué mierda les metieron en la cabeza a los adolescentes con las apuestas on line, el discurso de odio, con el hiper-individualismo, el Kun Agüero y su negocio de las sociedades anónimas.
En contraste: ese tango en tiempos pre-peronistas; la dialéctica entre la resistencia al peronismo de Osvaldo Pugliese y el apoyo peronista de Enrique Santos Discépolo cuando en la película “El Hincha” le gritaba a su vieja:
“¿Y los colores?, ¿y el club?, ¿para qué trabaja uno si no es para ir el domingo a romperse los pulmones en las tribunas cinchando por un ideal?”
Un ideal: el futbol, el club, la hinchada. Los derechos de los trabajadores. El voto femenino. El aguinaldo. El mundo bipolar, el ejército soviético destruyendo a los nazis. Hoy el mundo de Spreen es el del dinero fácil, el de los discursos de odio en tweeter. El del negacionismo de los desaparecidos.
Y qué paradoja que el autor del tango haya jugado en las inferiores de Vélez.
Defendamos los hermosos “sueños de mis pibes” que pronto se llevarán su primer título.
En definitiva, la operación mediático-mercantil de este muchacho se parece más al triste y trágico final que alguna vez le cantó Alejandro Dolina al tango de Ghiso:
“Faltando un minuto,
Están cero a cero,
Tomó la pelota y sereno en su acción,
Gambeteando a todos se enfrentó al arquero
Le salió pifiadoY nunca más jugó”