«De la cuna al cajón» es un canto repetido en varias hinchadas, desde las hinchas de River y Boca hasta Laferrere y Defensores de Belgrano. Incluso, no hace falta concurrir a los estadios para que un simpatizante de cualquier equipo se jacte de esa condición de lealtad eterna, de amor desde el comienzo hasta el final. Es sabido, incluso, que muchos hinchas suelen desperdigar las cenizas de sus familiares en los estadios: los encargados de cuidar el césped tratan de evitarlo para que no se dañe el campo de juego.
Algunos clubes, como Boca, anunciaron la creación de un cementerio para alojar los restos de los hinchas de sus clubes, pero aquel experimento de hace más de 20 años -en la zona sur del Gran Buenos Aires, en la época del Boca macrista- fracasó. Pero la novedad en el tema, publicada por el fantástico libro «Laferrere es mi religión», es que el Deportivo Laferrere, el populoso equipo de la Primera C, acaba de concretar la idea contraria: la sala de maternidad de un hospital público de la Provincia de Buenos Aires con temática futbolera para que la pasión nazca desde la primera cuna.
En el barrio de Laferrere
En el hospital público municipal materno infantil Teresa Germani de la citada localidad, en el partido de La Matanza, una habitación de la sala de maternidad fue pintada con los colores verde y blanco y el escudo del club de la zona, Lafe.
«Yo vi durante muchos años que los padres y las pacientes venían con las camiseta de Laferrere y les regalaban a los chicos la indumentaria del recién nacido con los colores del club. Y entonces se nos ocurrió a Nacho (Ignacio Miqueleiz, a cargo de actividades sociales del club) y a mí crear una habitación temática con los colores verde y blanco», dice Cristian Cárdenas, jefe del área de Maternidad del hospital, además de hincha y socio del club.
«Estamos en La Matanza, con muchos hinchas del Verde. Un día compré la pintura y durante varios fines de semana, después de mi horario de trabajo, me dedicaba a pintarla. Después nos ayudó la gente del club, que aportó los escudos y las cortinas, y más tarde la blanquería Tuyen, nos dio las cobertura para las camas», agrega Cárdenas.
Ubicada a un costado de la sala de partos, por ahora el Teresa Germani tiene una única habitación de Laferrere para cumplir el sueño de madres y padres que sus hijos o hijas sean verdaderamente hinchas desde la cuna, pero la idea en el futuro es ampliar las posibilidades: la respuesta de los pacientes y familiares, dice Cárdenas, es muy buena.
«Nos piden mucho la habitación de Lafe. Si está disponible, la paciente que quiera recibir a su hijo o hija en esa sala de maternidad va a esa habitación, está para eso», agrega el doctor. Según el sitio local el1digital.com.ar, «el primer ‘villero’ (el apodo del club) en estrenar las instalaciones fue Bruno y su mamá Micaela Albarracín», en abril de este año. Se trata de la primera habitación futbolera temática del país en un hospital público. Y seguramente vendrán otras. Pero la idea de Laferrere nació primero.