La autoexigencia es casi un estado permanente en la carrera de Yamila Nizetich. Su último mes de competencia es una muestra: salió campeona en la Champions League con Igor Volley Novara de Italia –el título más importante a nivel de clubes– y volvió a Las Panteras después de haber sido excluida del Mundial de Japón 2018. Su regreso también incluyó una victoria: la Selección logró el bronce en la Challenger Cup en Lima y el plantel permanece en Perú para el comienzo de los Juegos Panamericanos de Lima, otro territorio propicio para que la cordobesa de 30 años imagine algo más para el cierre de la mejor temporada de su carrera. «Espero poder ganar alguna medalla importante y estar de nuevo en los Juegos Olímpicos», dice. Se lee sencillo. Suena natural. Pero no lo es. Nizetich es nada menos que la segunda argentina en ganar la Liga de Campeones femenina de la historia. «Con el paso del tiempo empecé a caer y darme cuenta de que fue algo muy groso. Es histórico para una argentina y también para Novara, que llegó por primera vez a la final y la ganó. Fue una satisfacción muy grande y la disfruto mucho», repasa.
–¿Cuán difícil es permanecer en la Liga de Italia?
–Es la NBA del vóley. Es increíble haber llegado y también es difícil mantenerse en este nivel. Eso habla de mi constancia, del laburo y de la intención de querer ser mejor cada día. Eso es lo que me mantiene en este nivel. Todos se quedan con los éxitos o lo que uno gana pero detrás hay un gran laburo de años.
–¿Qué es lo que no se ve?
–Tal vez el trabajo que hice para llegar. Hace 13 años estoy jugando en Europa, tengo vacaciones contadas y fui cambiando de club, países, cultura, para intentar ser mejor y llegar a lo más alto.
–¿Qué valor le das al éxito?
–Es muy importante en la carrera de un deportista. Pero para mí, éxito es haber salido de Banco Nación de Córdoba y hoy estar jugando la Champions League. Es encontrar mi mejor versión a lo largo de los años, haber pasado años laburando para ser la capitana de la Selección. Le doy igual valor a eso que a ganar algún trofeo. Para mí, someterse a ese proceso incómodo y hasta a veces tedioso para llegar a ser la mejor versión de uno mismo es lo más gratificante que te puede pasar como deportista. Y me someto constantemente a intentar ser mejor. Y superar a la Yas que salió de Córdoba y se fue a Europa a los 17.
–Un tuit tuyo dice «Cuando sueñes, exagera»…
–Es una frase que me gustó mucho y la puse cuando ganamos la Champions. Era algo casi inalcanzable, un sueño como jugadora y como atleta. Una vez que llegás a ese nivel querés más. Ahora me propongo ganar cosas con la Selección. Espero poder ganar alguna medalla importante y poder estar de nuevo en los Juegos Olímpicos de Tokio. Siempre soñé con cosas grandes en la Selección y las voy a soñar hasta que las logre. Toda mi energía está puesta ahí y confío en que vamos a lograr grandes cosas.
–¿Cómo viviste estos meses en los que no jugaste en Las Panteras?–Tengo un recuerdo amargo porque clasifiqué al Mundial, estuve en la Selección en todos los torneos desde los 15 años y fue una tristeza muy grande haber sido desafectada. Pero hoy miro hacia adelante y lo importante es ponerme la camiseta otra vez. Si vuelvo atrás es sólo para corregir errores. Lo que pasó me fortalece y sigo adelante. El tiempo tal vez me da la razón y hoy estoy acá vistiendo la camiseta más linda de todas.
–¿Qué pasó cuando saliste a jugar con la celeste y blanca otra vez?
–Es la camiseta más linda de todas y la que más feliz me hace. Me la pongo desde los 14 y la sensación fue tal vez un poco más intensa por todo lo que pasó. El amor está intacto y por encima de cualquier cosa.
–En 2018/19 hubo sólo dos campeonas de Champions, ambas mujeres: Soledad Jaimes en fútbol y vos. ¿Qué peso tiene?–Me da una alegría enorme. Más allá de ser mujeres, cualquier logro me pone muy feliz. Quiere decir que los argentinos también llegamos pese a las dificultades que podemos tener en el país. Estamos en las grandes ligas, salimos campeones y eso es una felicidad enorme.
–¿Por qué pediste por «No al cierre del Cenard»?–Todos los deportistas argentinos conocemos y queremos al Cenard como nuestra segunda casa. Es donde corrió sudor de muchísimos deportistas para llegar a los Juegos, a los Panamericanos y mundiales. Todo se cocina ahí y su desaparición sería una pérdida muy grande. Hoy en día es la única estructura para poder entrenarnos y desarrollarnos como deportistas. Estaría bueno que haya un segundo o tercer Cenard. El deporte argentino necesita más y mejores estructuras. No acepto ni imagino el cierre. No imagino la vida deportiva sin el Cenard. Sería una gran pena. Ojalá podamos tener muchos más centros de alto rendimiento porque uno solo queda chico.
–¿Cómo influye el aumento en el valor del transfer de los pases internacionales definido hace unos días?
–Nos perjudica mucho. Algunas se van a jugar afuera por primera vez y los clubes las terminan rechazando porque la transferencia es muy cara. Estoy en total desacuerdo porque nos cuesta mucho salir a jugar al exterior y esto es una traba más. Ojalá se pueda revertir la medida.
–¿Qué es un o una líder?
–Hay diferentes tipos de líderes dentro de un equipo. Yo me identifico con aquella que dicta con el ejemplo, labura y demuestra que se puede. Cada uno puede ser la líder que imagine o que aprenda a ser. Para mí, tiene que ser responsable, persistente y educar con el ejemplo. La mejor manera de liderar un grupo es ser el ejemplo de todos los demás.