El estadio del errante Fénix, desmantelado antes de su inauguración, vuelve a volar

Por: Pedro Di Fabio Rocca

Las topadoras de la dictadura sepultaron su cancha original en Colegiales. Se mudó a Pilar, a expensas de un empresario. Por un desacuerdo con el municipio de Moreno, se correrá ahora a Marcos Paz.

Argentina parece empecinada en sumar hitos históricos y únicos a los libros de fútbol mundial. No alcanza con ser la cuna de Diego Maradona y Lionel Messi, los máximos ganadores de copas Américas, los campeones del mundo vigentes, “inventores” del gol y alambrado “olímpico” o quitar los descensos a mitad de temporada; ahora hay que sumar el primer estadio en ser desmantelado antes de su inauguración. El Club Atlético Fénix es protagonista de un caso único a nivel internacional: puso a la venta su estadio antes de estrenarlo. Luego de 46 años yirando por canchas del Ascenso (San Miguel, Ferrocarril Urquiza, Excursionistas, Acassuso, Atlas, Deportivo Riestra, Defensores de Belgrano, General Lamadrid) parecía que el club que milita hoy en la B Metropolitana se iba a afincar en la localidad bonaerense de Moreno, pero no sucederá.

Fénix es (era) de Colegiales, lo hicieron de Pilar, quiso ser de Moreno y próximamente será de Marcos Paz (48 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires). La vida itinerante del club fundado en 1948 comenzó una mañana de 1978 cuando llegó una intimación a la institución para desalojar en 15 días el predio en el que tenía su cancha entre las calles Matienzo, Conde, Concepción Arenal y Zapiola, donde actualmente se emplaza el Polideportivo de Colegiales. “La peor desgracia que puede sufrir un ser humano es el desarraigo”, advierte Daniel González, 78 años, exjugador y expresidente de Fénix, una institución dentro de otra. Más de 45 años ligados a Fénix hacen que su palabra tenga otro peso cuando sentencia que “Fénix recibió dos mazazos que le hicieron un daño terrible”. Perder el estadio y la mudanza del Mercado Dorrego fueron golpes de nocaut, que casi medio siglo después siguen teniendo contra las cuerdas al club con nombre de ave mitológica. Cuando Facundo Cabral compuso “No soy de aquí, ni soy de allá” en 1968, el músico platense no imaginaba el futuro errante de Fénix. Todavía faltaban diez años para el primero de los mazazos a los que hace referencia González.

El club que desde hace una década está en la tercera categoría del fútbol argentino corrió la misma suerte (o desgracia) que San Lorenzo cuando la última dictadura cívico-militar que sufrió Argentina les quitó su casa. En el caso de Fénix fue en el marco del “Plan de erradicación” de las villas que impulsó el intendente de la Ciudad de Buenos Aires de la dictadura, Osvaldo Cacciatore, a través de la ordenanza municipal 33.652. Las apuntadas fueron la villa 30 en Colegiales, la 29 en Bajo Belgrano, la 31 en Retiro y la 40 en Avenida Córdoba y Jean Jaures. La versión oficial decía que el propósito era “mejorar el hábitat, las condiciones de salubridad e higiene”, aunque otras voces aseguran que la intención fue que los turistas y la prensa internacional que llegase al Mundial de Argentina 1978 no viese esa realidad de la Capital. Junto con la villa y sus habitantes también arrasaron con las instalaciones del club: el estadio, dos canchas de bochas y una construcción donde funcionaba el buffet y la secretaría.

En 1984, Julio Cesár Saguier, primer intendente porteño en la vuelta de la democracia, definió trasladar el Mercado Dorrego (junto con el de Abasto) al Mercado Central. Esa mudanza se tradujo en el alejamiento de todos los puesteros que colaboraban económicamente con Fénix y daban vida a la sede que el club seguía teniendo en Concepción Arenal 3560. Fue el segundo golpe que recibió la institución que debe su nombre a un gimnasio de boxeo del barrio en el que algunos de los fundadores se entrenaban. Dos décadas después de que las topadoras pasaran por arriba a la villa de Colegiales, comenzaría el romance entre el Cuervo (ironías de los apodos argentinos) y el municipio de Pilar. Lo que al principio se suponía que iba ser un convenio para que los pilarenses tuvieran un equipo en los torneos de la AFA a cambio de hacerse cargo de los gastos que generaba la actividad, finalizó con el desembarco de César Mansilla, empresario local y jefe de la campaña presidencial de Fernando de la Rúa, para gerenciar el fútbol de Fénix. De la mano (y billetera) de Mansilla, el equipo porteño estuvo desde 1998 hasta 2014 en el norte del Gran Buenos Aires, aunque recién desde 2004 pudo hacer de local en Pilar y dejar de peregrinar por campos de juego ajenos en la Capital y el conurbano.

Luego de diez años siendo local en el Carlos Barraza de Pilar, Fénix volvió a ser un homeless del fútbol como consecuencia de cortocircuitos que existieron entre la dirigencia y el gerenciador: Mansilla era el dueño del estadio. El empresario hizo su fortuna a partir de la comunicación (diario, radio, consultora) y hoy sigue vinculado al fútbol, ya que en 2017 “inventó” a Real Pilar (Primera C), primer club en conseguir la afiliación a la AFA en 40 años. Tuvo otra experiencia como gerenciador, pero en Uruguay, cuando se involucró con Rocha Fútbol Club, inédito campeón en el Apertura 2005/2006. Se repetía un escenario tristemente conocido por los dirigentes de Fénix, donde jugaron Alberto “Beto” Acosta y Matías Almeyda: buscar un recinto para ejercer la localía. Mientras giraba por canchas del Ascenso como un elenco de teatro que visita localidades, empezaba a crecer la idea de volver a tener una casa propia. Para cristalizar ese sueño, vendieron la sede que aún poseían en Colegiales y en la que prácticamente ya no había actividad.

Luego de evaluar y analizar distintos municipios, Moreno parecía ser la tierra prometida: 600.000 habitantes, ningún club afiliado a la AFA, un predio de 2,5 hectáreas y un intendente (Walter Festa) feliz de recibirlos. Ese fue el contexto que inclinó a la dirigencia en su elección y decidió comenzar la obra del estadio que se llamaría “Ciudad de Moreno” como un gesto de cordialidad para con su nuevo hogar. “Estábamos ilusionados con echar raíces en Moreno; además es cercano a Pilar, donde Fénix quedó con muchos hinchas”, se lamenta José De Rosa, actual vicepresidente. Desde la dirigencia del club acusan a la gestión de la intendenta Mariel Fernández (primera mujer en el cargo en la historia del municipio de Moreno) de “falta de comunicación” y “cajonear” el expediente de la habilitación, a pesar de tener el visto bueno de la AFA y la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (APreViDe).

Tiempo Argentino pudo comunicarse con “fuentes municipales especializadas en la materia”. Su versión: “Desde el principio, Fénix actuó sin respetar los procedimientos administrativos establecidos, construyendo de manera unilateral sin ningún tipo de permiso otorgado por parte de las autoridades municipales. Este accionar no solo va en contra de las normativas municipales, sino que además contradice el marco de planificación urbana y deportiva que venimos trazando para el distrito”. De Rosa, vicepresidente de Fénix, señala al concejal Gonzalo Galeano (PJ) como el nexo “oficial” con el municipio de Moreno: que luego de varias charlas le comunicó que la habilitación del estadio nunca iba a suceder porque “la intendenta no tenía la intención”. Fuentes municipales reconocen que su política actual “no está orientada prioritariamente a la instalación de fútbol profesional en el distrito”, pero que están abiertos “a evaluar propuestas que se ajusten a las necesidades de nuestra comunidad y respeten los procedimientos legales y administrativos establecidos”. De Rosa afirma que el último contacto que tuvo con Galeano fue en una reunión en el Instituto de Desarrollo Urbano, Ambiental y Regional (IDUAR) en la que el municipio se mostró interesado en adquirir las instalaciones en La Reja donde se encuentra el estadio con capacidad para 2000 personas. El club ya había definido abandonar Moreno, pero aún no hubo ningún contacto municipal.

El pasado 1 de octubre se hizo oficial el acuerdo entre Fénix y el municipio de Marcos Paz, nuevo hogar para el club nacido en Colegiales. Los párpados funcionan como dique para las lágrimas, pero a la voz quebrada del histórico Daniel González no hay que la contenga: “Para que el ave vuelva a volar tiene que tener un nido”.

Compartir

Tensión en Bolivia: Evo Morales denunció que intentaron asesinarlo

El expresidente boliviano publicó un video en el que el auto en el que viajaba…

20 mins hace

Elecciones Uruguay 2024: votó «Pepe» Mujica y criticó al Gobierno de Milei

El país vecino elige al sucesor de Luis Lacalle Pou. El candidato del opositor Frente…

43 mins hace

Néstor vive siempre en el pueblo

El 27 de octubre de 2010, hace 14 años, la temprana muerte de Néstor Kirchner…

46 mins hace

Crece la tensión en el PJ y la interna se judicializa

La Junta Electoral del partido le reclamó a la lista de Quintela por casi 14…

13 horas hace

Caputo volvió al país en medio de la euforia financiera y las dudas por la elección en Estados Unidos

Estuvo una semana en Washington por la reunión anual del Fondo Monetario. En ese lapso…

13 horas hace

UCR: preocupa que el partido se achique tras las elecciones legislativas

En 2025 el radicalismo renueva 25 de las 33 bancas que posee en la Cámara…

13 horas hace

Globant: hay pedido por salarios y derechos

El texto pide que se otorgue una recomposición del salario por inflación y que se…

14 horas hace

El impacto externo

En lo que va del año, el país pagó más de lo que recibió de…

14 horas hace

La autodestrucción es posible

¿Al peronismo le ocurrirá lo mismo por enfrascarse en un exceso de internismo a destiempo?…

15 horas hace

Trabajadores de AFIP y Aduana lanzan un nuevo plan de lucha

Pararán cuatro horas lunes y martes. Además, el miércoles se sumarán al paro del transporte…

15 horas hace

La industria se pregunta cuándo empezará el verdadero crecimiento

Una posible recuperación y la incertidumbre a futuro se cruzan en uno de los sectores…

15 horas hace

El paro del transporte del 30 gana en volumen pero persiste la duda con la UTA

Se plegaron estatales, empleados de AFIP y Aduana y docentes y no docentes universitarios. Pero…

15 horas hace