Tras ocho días de internación, Diego Armando Maradona recibió el alta. En la tarde del miércoles dejó la Clínica Olivos en una ambulancia. El Diez fue operado el 3 de noviembre pasado de un hematoma subdural y ahora continuará su tratamiento ambulatorio en una casa especialmente acondicionada para tratar su abstienencia, según se describió en el parte médico. Tal como ocurrrió cuando se produjo su internación la semana pasada, y como suele suceder con casi todo lo relacionado a Diego, un desmedido despliegue periodístico acompañó el recorrido de la ambulancia desde la clínica hasta su nuevo hogar.
La casa donde Diego vivirá de ahora en más está ubicada en el barrio cerrado San Andrés, del complejo Villanueva, en la localidad tigrense de Benavídez.
Más temprano se había dado a conocer la primera imagen de Maradona desde que fue internado, junto a su médico personal Leopoldo Luque. Más allá de la venda para cubrir la zona de la cirugía, al ídolo se lo ve sonriente. “Te di mi palabra, vos confiaste y los dos cumplimos. Esto continúa, pero hoy festejamos este gran paso juntos. Te deseo paz en familia, Maradona. Te amo para siempre”, fue el mensaje que puso Luque en su cuenta de Instagram, junto a la foto.
Maradona cumplió 60 años el pasado 30 de octubre. En un año marcado por la pandemia, con un largo período de cuidados, la salud del Diez se vio deteriorada. Sobre todo su estado de ánimo. La depresión, sumada a la inactividad, al consumo de alcohol y a los medicamentos armaron un cóctel que volvieron a poner al mejor jugador de la historia en la cama de un hospital. Como en cada una de sus internaciones, los fanáticos se agruparon en la puerta para darle cariño con carteles y cantos. Su familia, sobre todo sus tres hijas mujeres, Giannina, Dalma y Jana, estuvieron cada día de internación y ahora lo seguirán de cerca. Diego ya está en su casa. De él, y del tiempo, depende la recuperación.