La relación con Maradona se gestó, y perdura, edificada en el respeto mutuo y en la profusa admiración que siento por él: un espejo son aquellos relatos que reproduzco en Textualidades. Por estas horas cerramos otro ciclo para Telesur, como Brasil 2014 con De Zurda, aunque en Rusia 2018 se llamó De la mano del Diez. Diego enfrentó las emisiones con muy buen carácter, siempre con excelente predisposición y trato para el equipo de Telesur y con el público en general, que lo sigue amando y endiosando. Todos quedan encantados y maravillados. Su magnetismo se mantiene intacto. Son destacables, no obstante, algunas expresiones y actitudes suyas: como siempre, prestó su enorme solidaridad y su cariño a las Madres de la Plaza de Mayo, a la vez que estuvo muy generoso en su participación en el tema del aborto y lo fue también con su apoyo a los trabajadores de la agencia Télam.
Diego es fútbol y una vez más dio clase con su conocimiento, al tiempo que le dolió profundamente la pronta eliminación argentina. Pero, además, volvió a desplegar su relación entrañable con América Latina, en sus menciones habituales a Evo, a Lula, a Maduro, a Ortega y en su recuerdo constante de Chávez. «