Si Colombia esta noche jugará a sobrevivir, Argentina lo hará para ensayar. Las ausencias obligadas por suspensión o por Covid llevarán a Lionel Scaloni a confeccionar un equipo que, si el partido de hoy fuera imprescindible, seguramente no sería el titular (de hecho ayer Lionel Messi fue titular para el PSG). En concreto, este «amistoso por los puntos», prescindible desde la urgencia pero obligatorio desde el reglamento, le servirá al técnico para seguir delineando la lista de 23 jugadores para el Mundial de Qatar, seguramente ya definida en un 90 por ciento.
Ya en la última recta hacia el Mundial, y a la espera de la última doble fecha de las Eliminatorias -a fines de marzo contra Venezuela de local y ante Ecuador como visitante-, la selección tendrá desde entonces un par de ventanas de fechas FIFA para jugar amistosos. La prioridad, entonces, serán los rivales europeos.
De los 42 partidos que lleva el ciclo Scaloni, Argentina jugó contra 33 rivales sudamericanos (los últimos 24 de manera consecutiva), cinco del resto de América, dos asiáticos, uno africano y solo un europeo, el 2-2 contra Alemania de octubre de 2019. Se sabe: no es responsabilidad de la AFA sino de las nuevas reglamentaciones de la UEFA que completan las ventanas FIFA con partidos entre países del propio continente.
Tampoco es culpa de Argentina que semejante invicto sea mayoritariamente contra equipos del subcontinente, pero no está de más recordar que la selección aún tiene un desafío pendiente. Nadie mira al costado: Scaloni ya reiteró en un par de ocasiones que Argentina jugará contra rivales europeos antes del Mundial y uno de sus futbolistas, Nicolás González, habló del tema y dijo que a los europeos tampoco les gustará enfrentar a Argentina.
Pero, aunque el mapa sudamericano esté dominado después de la final del Maracaná del año pasado, la insistencia en jugar contra rivales al otro lado del Atlántico tiene un por qué: en los últimos ocho Mundiales, Argentina tropezó ocho veces consecutivas contra equipos europeos en su intento de volver a levantar la Copa del Mundo.
A los golpes contra Alemania en 1990, 2006, 2010 y 2014 (dos de ellas en finales), Rumania fue el verdugo en 1994, Holanda en 1998, Suecia e Inglaterra en 2002 y Francia en 2018. Incluso en el último Mundial, en Rusia, Argentina empató con Islandia y perdió contra Croacia.
También es un problema a resolver para Brasil, la otra selección que domina Sudamérica pero chocó contra europeos en los últimos cuatro Mundiales: en 2006 quedó eliminado por Francia, en 2010 por Holanda, en 2014 por Alemania y en 2018 por Bélgica. Rusia 2018, incluso, tuvo cuatro semifinalistas europeos.
Tan necesario para Colombia, el partido de esta noche para Argentina será más un paso previo al ensayo que espera hace rato: un desafío contra los europeos.