Sentada en la cabecera de una gran mesa cuadrada, Inés Arrondo enumera: “Conviví con todas las estructuras del deporte: arranqué de muy chica en el club de mi barrio con los programas deportivos del municipio, después pasé a un club más grande, representé a la selección marplatense de hockey, y luego fui Leona, representante olímpica argentina”. La flamante secretaria de Deportes, primera mujer en el cargo, asume el desafío de recuperar el sentido social del área que había sido degradada a Agencia durante el macrismo. «La expectativa es que a otras niñas les pase lo que a mí: que encuentren en el deporte un lugar para mejorar su calidad de vida», asegura la marplatense de 42 años, quien conoció al presidente Alberto Fernández durante la campaña de 2017 cuando fue candidata a senadora bonaerense por el Frente Cumplir.
-En 2002, con 25 años, después de ser campeona con Las Leonas, dijiste: “Esto es para los argentinos que se mueren de hambre, eso es una vergüenza”. ¿De dónde viene esa conciencia política?
-Soy de la ciudad de Mar del Plata, donde las políticas neoliberales nos destruyeron. Mar del Plata, por el esquema económico que tiene como ciudad, es un espejo del país. Y en los ’90 era una ciudad apagada, donde los jóvenes salían a buscar trabajo y posibilidades de vida al exterior porque no encontraban un lugar. Conviví con esa realidad, con mis viejos, que son profesionales, sin laburo. Las políticas neoliberales nos destruyeron. Todo eso me atravesó. Siempre digo que para nosotras el surgimiento de Las Leonas fue producto de un momento de crisis muy profunda de nuestro país. Y sin duda que una como atleta argentina siente que está representando a la totalidad de los argentinos. Aquello fue un grito de aliento, de que podemos salir para adelante, de que nos podemos recuperar como país. Antes de irme al Mundial recuerdo que había circulado una imagen de unos nenes en Tucumán que estaban en unas condiciones de vida tremendas. Daba mucha bronca. Tenemos unas condiciones como país alucinantes para salir adelante. Por ellos y por todos nosotros tenemos que hacerlo.
-¿Qué es el deporte para la Argentina?
-El deporte tiene que ser un espacio que nos fortalezca como país, desde los aspectos físicos, psicológicos y sociales. En el deporte vamos a encontrar herramientas que nos van a transformar en un país más sano: es una medida sanitaria, educativa y también un aliado para mejorar la seguridad y los espacios de hábitat. Cuando una actividad deportiva desembarca en el espacio público transforma las ciudades. Hay que resignificar la frase de que el deporte te ayuda a sacar a los niños de la calle: el deporte ayuda a sacar a los niños de las adicciones, del sedentarismo, de la obesidad, pero no de la calle. De la calle no nos tiene que sacar nadie. Es una actividad que permite transformar el espacio público en un espacio participativo.
-Desde el regreso de la democracia hubo 12 encargados del Deporte. Sos la primera mujer. ¿Qué significa?
-Es una muy linda responsabilidad. No llegué sola acá, esta es una lucha de todas las mujeres para participar y para ocupar lugares de toma de decisión. El deporte, quizás, es el lugar donde el machismo se ve en su máxima expresión. Es difícil romper las estructuras que tiene la sociedad establecida en todas las áreas; tal vez yo conozco desde adentro las del deporte y siento que sé por dónde voy a tener que encarar. El gran desafío que tenemos que encarar nos atraviesa en todos los ámbitos, son estructuras a transformar.
-¿Hay una planificación de cómo romper esas estructuras?
-Mirar desde la perspectiva de género ya es cambiar el paradigma de lo que debe ser una gestión. Incluso una mira a donde están dirigidos los recursos con los clubes, los organismos estatales, las entidades y ya representa un cambio grande que sea con esa perspectiva. Nos interesa avanzar para que eso se vea en la gestión. Ya abrimos un área específica de Mujer y Deporte. Está en mi agenda la paridad sustantiva de estructuras deportivas, de federaciones, asociaciones, clubes. En eso vamos a trabajar mucho.
-¿Cuál es el diagnóstico del deporte argentino con el que te encontraste?
-Hubo un plan de desfinanciamiento sistemático del deporte por parte del gobierno anterior. Los últimos tres años el deporte tuvo el mismo presupuesto, que es un tercio o menos de lo que había cuando inició la gestión en 2015. Estamos muy complicados, pero sabemos que ese es el presupuesto que tenemos. Creo que el plus que podemos tener de entrada es fortalecer las estructuras de trabajo de los trabajadores que tiene el Estado, porque son los que conocen a fondo las cuestiones técnicas y es importante su ayuda para llevar adelante nuestra gestión.
-¿Cuál es el objetivo con el Ente Nacional de Alto Rendimiento?
-El Enard es fundamental y hay que trabajar en conjunto. Hoy se percibe como si fuera un esquema distinto y es parte del desarrollo y del esquema del deporte argentino. Tiene un mecanismo determinado porque atiende las cuestiones de alto rendimiento, que tiene otros tiempos por los sistemas de competiciones, pero es parte del trabajo en conjunto que tiene que haber en la Secretaría de Deportes. Este año es un año olímpico, está el desafío de Tokio 2020 por delante, pero también tenemos que apoyar el deporte de base. Los Juegos sirven para que los chicos conozcan disciplinas que no tienen visibilidad, generan intriga para que después vayan a los clubes a preguntar; todo eso para nosotros es desarrollo.
-¿Qué mirada tenés sobre el sistema actual de becas?
-Tenemos que trabajar en conjunto con el Enard para que no se pise el sistema de becas, para tener más y mejor alcance en el esquema. Porque tal vez hay deportistas que no están alcanzando las marcas que se les plantearon para llegar a esas becas pero para nosotros son referentes porque son un faro para su lugar de origen. Hay corredores que tal vez no entran en la marca de participación internacional pero tienen algo identitario en su lugar como atletas reconocidos y a nosotros nos interesa que sean inspiradores para que miles de niños y niñas se acerquen a la actividad física. Las becas, además, están totalmente desactualizadas. Estamos viendo qué replanteo podemos hacer en el presupuesto para ver cómo mejorarlo.
-En 2020 son los Juegos Olímpicos de Tokio. ¿Tu gestión se va a medir por lo que pase en París 2024?
-Me interesa que me midan por ampliar la posibilidad de participación en el deporte y la actividad física. Creo que si ampliamos y mejoramos la participación, porque hay aspectos de la capacitación a atender en la iniciación deportiva, vamos a tener muchas más posibilidades y mejoras en el alto rendimiento. Atender el alto rendimiento y no atender el deporte de base del sistema nacional es algo que a corto plazo no va a tener participación porque es una estructura desarticulada.
-¿Cuál es la postura de la Secretaría con la venta del Cenard?
-¿Qué venta del Cenard? No ha ingresado ningún proyecto de venta. El Cenard es parte de la historia del deporte argentino. Nosotras, Leonas, surgimos acá, como buena parte de la historia del deporte argentino. Simbólicamente hablando es parte de la identidad de los argentinos.
-¿Y con el Parque Olímpico de la Ciudad que se inauguró el año pasado?
-Hoy el Parque Olímpico pertenece a la Ciudad. Y como ese hay otros en el país que dependen de esquemas provinciales y municipales. Para nosotros son importantes porque pueden servir para ser receptivos de competiciones internacionales; pensamos en un esquema conjunto para que la Secretaría esté en el mantenimiento porque son estructuras muy costosas pero que el país necesita.
-Uno de los sectores que más sufrieron los últimos cuatro años fueron los clubes de barrio. ¿Qué importancia van a tener para esta Secretaría?
-El modelo de clubes de la Argentina es único en el mundo y la figura del club de barrio es clave como ámbito de desarrollo social, como lugar de pertenencia y participación. La vida de club es fantástica, se la recomiendo a cualquiera, incluso con el deporte como excusa. Ese sentido de pertenencia que genera es algo mucho más grande que uno mismo, se empieza a entender lo que representa lo colectivo. Son espacios que han puesto las urnas en momentos donde el país no tenía la posibilidad de hacerlo pero en los clubes la democracia funcionaba. Son el esquema del desarrollo argentino.
-¿Está pensada una articulación entre los clubes y la educación?
-El deporte y la actividad física son una medida educativa. Hay que atender el sedentarismo y la obesidad en los jóvenes. Hay que tener una rápida reacción desde el Estado para resolver eso, es una batalla que doy incluso como mamá. No es algo menor. Las nuevas tecnologías generan índices de sedentarismo muy graves, tenemos que poner todo eso en movimiento. Los Juegos Evita, que en sus comienzos fueron una medida sanitaria para poder tener percentiles de los niños, pueden ser una herramienta también. Llevan un nombre que tenemos que honrar desde nuestra gestión. Hay que fortalecer la participación de las provincias y los municipios para que las disciplinas tengan una expresión más amplia, que no sea sólo el esquema de deporte desarrollado sino un espacio de ampliación y participación para el esquema no federado.
UNA LEONA EN LA SECRETARÍA
Inés Arrondo disputó 125 partidos con la selección femenina de hóckey, con la que fue campeona del mundo en 2002 y dos veces medallista olímpica. La delantera, que hizo el gol en la final del Mundial de Perth 2002, además fue la creadora del logo que Las Leonas aún usan en su camiseta. Ya retirada, se abocó a la gestión deportiva en Mar del Plata. En 2017 fue candidata a senadora provincial por el Frente Cumplir, donde conoció a Alberto Fernández, quien la designó para el cargo.