Mariana Larroquette le devuelve al fútbol su condición de juego. Fluye en toda la zona de ataque, se asocia para romper las defensas rivales y, además, su condición aguerrida la convierte en la primera defensora del equipo. Pero por sobre todas las cosas, la delantera nacida en Castelar hace 30 años es goleadora de pura cepa.
En el fútbol argentino, lleva más de 300 goles con las camisetas de River y UAI Urquiza. Con la celeste y blanca, mantiene una pulseada con la mediocampista Florencia Bonsegundo por ver quién se convertirá en la goleadora histórica de la Selección Argentina. Hasta el momento, y previo al Mundial de Australia-Nueva Zelanda que comenzará el 20 de julio, Larroquette lleva 21 goles y su compañera, 20.
Tras la pandemia, Larro -como le dicen- abandonó la liga local y militó en el fútbol noruego, estadounidense, portugués y, actualmente, juega en el León de México. Su experiencia internacional le aportó facetas a su juego ofensivo: puede jugar como centrodelantera, como falsa 9 o como extrema. Por momentos, fija la marca entre las defensoras rivales y espera romper líneas tras el pase de una compañera. Por otros, retrocede y se asocia en el armado de juego.
La Selección Argentina, para su próximo Mundial, cuenta con una goleadora estética. En el fútbol, el objetivo que buscan los equipos -escribió el periodista español Enric González- consiste en marcar más goles que el rival. Y cuando eso ocurre, cuando una jugadora prescinde de la banalidad, de la rutina, del preciosismo y busca obsesivamente la victoria, con casi total seguridad proporcionará algún tipo de emoción estética.
Hoy es una de las titulares de la Selección Argentina de Germán Portanova. A diferencia del Mundial de Francia 2019, donde fue suplente, la delantera llega más madura en lo personal y futbolístico. Y su juego asociado y generoso se entrelaza a la perfección con lo que busca Portanova para su equipo, a la espera del debut ante Italia, el lunes 24 de julio en Nueva Zelanda.
-A menos de dos meses del Mundial, ¿cómo ves a la Selección Argentina y qué expectativas tienen en el plantel?
-La veo muy bien. En todas las fechas FIFA que jugamos hasta ahora, el equipo fue creciendo y afianzando la idea de juego. Creo que después de los amistosos frente a Nueva Zelanda, el equipo tomó mucha confianza y tenemos mayores expectativas. Sabemos que lo que nos toca en el Mundial. Un grupo con Suecia, Italia y Sudáfrica es difícil, pero tenemos la convicción de que nos va a ir bien.
-A Portanova lo tuviste como entrenador en UAI Urquiza. ¿Esos años te permitieron adaptarte más rápido a su idea de juego en la Selección?
-A Germán lo conozco hace mucho, pero sigue con la misma idea que teníamos en UAI Urquiza. Entonces creo que a las que ya lo conocíamos se nos hizo más fácil entender lo que quiere para el equipo. Con Germán siempre nos manejamos con el respeto de entrenador-jugadora, si bien sabemos que puede tener más confianza con las que ya conocía.
-Después del Mundial de Francia 2019, jugaste en cuatro países diferentes. ¿Qué te aportó a tu juego cada país?
-Cada lugar donde fui, me hizo crecer de manera diferente. Me tocó jugar en diferentes puestos y cada uno tenía un estilo de muy distinto. Creo que Estados Unidos me ayudó mucho desde lo físico. En los demás, en Noruega, Portugal y México, crecí a nivel futbolístico en los puestos que me tocó jugar.
-En 2020, te fuiste a la liga de Noruega, una de las seis más importantes del mundo. ¿Te costó adaptarte a otras exigencias?
-Siempre lo que más cuesta está fuera de la cancha, la cultura de cada país. Después, es cierto que también es difícil llegar y adaptarse rápidamente a la idea de un entrenador nuevo, con compañeras nuevas, pero forma parte del aprendizaje.
Larroquette comenzó su carrera en River, donde convirtió más de 150 goles entre 2010 y 2015. Ganó dos títulos y, durante aquellos años, las millonarias volvieron a salir campeonas después de 11 temporadas de sequía.
Antes de llegar a UAI Urquiza en 2017, la delantera tuvo un breve paso por el país trasandino donde también salió campeona con la Universidad de Chile. Cuando regresó a la Argentina, se sumó al Furgón de Villa Lynch, donde ganó dos títulos, jugó la Copa Libertadores y se consagró como máxima goleadora del torneo argentino en tres temporadas consecutivas.
Luego de superar los 100 goles en UAI Urquiza, decidió seguir su carrera en el exterior. Se convirtió en la primera argentina en jugar en la liga de Noruega, en el Lyn Fotball. Después siguió en el Kansas City, de la National Women’s Soccer League, en el Sporting de Lisboa y en el León de México, donde comparte equipo con la argentina y jugadora de la Selección, Ruth Bravo.
Larro, además, es parte de la Selección Argentina mayor desde 2012 (antes pasó por las Sub 17 y Sub 20) y disputó el Mundial de Francia 2019. Fue campeona en los Sudamericanos de Santiago 2014 y consiguió la medalla de plata en los Panamericanos de Lima 2019, siendo la goleadora del torneo.
-Parafraseando a un periodista español, Enric González, se te podría definir como una goleadora estética. ¿Vos cómo te definirías?
-Una jugadora con mucha actitud. Todas tenemos partidos donde pueden o no salirnos las cosas con la pelota, pero cuando no sale hay que correr y meter. Creo que eso lo hago bien y que ayudo al equipo, sobre todo cuando hay que presionar alto. En mi posición, siempre intento aguantar la pelota y apoyar para que el equipo pueda avanzar. Claro que me gusta hacer goles, a quién no. «