Si la crueldad no tiene límites, la palabra que la busca, siempre sin alcanzarla, muchas veces puede agotarse. La muestra Hilo de voz, de la artista visual Guillermina Grinbaum, con curaduría de Kekena Corvalán, rescata esa premisa y cruza los caminos de la imagen para poner en escena la magnitud del horror de la trata de personas con fines de explotación sexual, que despoja a los cuerpos de su identidad en un sistema deshumanizado de tortura y opresión.
En esta muestra, que habla de la imposibilidad del lenguaje para relatar la violencia, no hay palabras. No hay palabras y casi no hay voz, porque se trata de cuerpos silenciados. Pero también, porque muchas veces incluso quienes sobreviven no encuentran modo de relatar la experiencia. Walter Benjamin, en “Experiencia y Pobreza”, relaciona las atrocidades de los campos de exterminio (y de la Segunda Guerra Mundial en general) con la imposibilidad de narrar la experiencia y con un cambio en el sujeto que ya no puede acceder a sí mismo porque se constituye como un ser pasible de practicar y anidar el horror. Salvando las distancias contextuales, “Hilo de voz” da cuenta de que en los casos de trata de personas por explotación sexual hay una incapacidad para darle sentido unificado a la experiencia traumática.
Esta desintegración puede verse exhibida a través del formato de la muestra, que permite la disposición fragmentaria de las imágenes y de lo que ellas representan, esencialmente a través de la mixtura de distintos materiales y estilos: hay obras que son de artes plásticas, otras que son instalaciones, otras que utilizan diferentes materiales como el textil y la cerámica. Y hay, también, distintas escenas. Desde la obra Huellas, en la que una pila de documentos desparramados en un cesto da cuenta de la identidad como descarte y al rastro o la estela que dejaron las víctimas antes de ser capturadas, hasta instalaciones como A cada minuto, una exposición audiovisual de unos 60 minutos en los que se representan, a través de una animación, 60 macetas con una flor que a cada minuto va desapareciendo para que al cabo de la hora solo queden macetas vacías. En diálogo con Télam, Grinbaum explicó que a través de esta obra “buscaba dar cuenta de que 60 chicas son captadas por hora a nivel mundial, una por minuto”.
En un claro gesto político, todas las propuestas son interactivas y buscan que el espectador se involucre con las escenas y las complete. Esto es más evidente en obras como «Se trata de vos», que invita a mirarse a través de un espejo para descubrir, en el reflejo, una cadena en el cuello de quien se observa, realizada por medio de un sistema de luces. La idea de trasfondo es contundente: cualquiera puede ser víctima o incluso hay cadenas invisibles pueden encontrarse en cualquier lugar.
Uno de los objetivos principales de la exhibición es el de visibilizar la problemática, por eso, contó Grinbaum en una entrevista con AM750, que “aun siendo una temática tan tremenda, la idea fue generar obras donde la gente se acerque de una manera ‘amigable’, para contactarse sin el rechazo que de por sí esta temáticamente podría tener anticipadamente cuando uno la piensa. La idea es acercar al espectador desde lo físico, porque hay obras que son participativas, donde el espectador completa la obra. Una vez que te acercás, ya estás involucrado en la temática. Y eso es lo que yo espero para visibilizar, generar reflexiones y conversaciones. Y ver si de alguna manera esto funciona como un elemento más que colabore con la lucha contra esta esclavitud terrible que sigue siendo tan vigente y no para de crecer en el mundo”. Para finalizar, la artista recordó que la Línea 145, funciona de manera gratuita las 24 horas todos los días del año para recibir información, solicitar asistencia y denunciar casos de trata de trata y explotación de personas.
La exposición podrá visitarse hasta el 26 de junio de martes a domingos de 11.15 a 18 horas, en el Museo Benito Quinquela Martín, en Avenida Pedro de Mendoza 1835, en el barrio de La Boca. Y este viernes 3 de junio, de 14 a 17.30 horas, se realizará una jornada especial para bordar los nombres de las víctimas de trata en lienzos.
Ada
31 May 2022 - 12:19
Qué decir? muy esclarecedor, se celebra una muestra que visibilice el horror y esta crónica tan respetuosa y dedicada