Como ya lo adelantó Tiempo Argentino en su edición virtual del 4 de agosto, el encuentro propone abarcar los distintos aspectos de la obra de Borges. En la apertura, la académica mexicana Margarita Díaz de León, pondrá el foco en aquellos temas y géneros clave que se repiten en los textos de Borges; el director y guionista venezolano Luis Bond, analizará la influencia de los textos borgeanos en el cine de Christopher Nolan, y en el cierre, la escritora María Negroni hará un recorrido por la presencia de la literatura medieval escandinava en la obra de Borges, en especial, en el poema “Islandia”.
Además, habrá un recorrido por la Buenos Aires que el autor creó en sus relatos, a cargo del profesor y escritor Aníbal Jarkowski, y un estudio detallado por las marcas, modificaciones y secretos sobre los manuscritos de Borges, por parte del especialista en el tema, el estadounidense Daniel Balderston. En otras exposiciones, se analizará cómo Borges leyó e hizo nuevas versiones de los clásicos universales y se detallarán los mecanismos con los que construyó su poética, entre otros temas.
Dos charlas formarán parte de la Experiencia Borges, una sección que busca compartir cómo se construye el camino lector. La escritora, directora de teatro y docente Cynthia Edul narrará su camino borgeano y cómo lo enseña. También, la periodista y escritora Verónica Abdala, compartirá su recorrido como autora del libro Borges para principiantes (Ilustrado por Rep), y la aparición de las obras a la luz del contexto social y político de la Argentina y del mundo.
Se realizarán cinco talleres sobre algunos de los cuentos emblemáticos de Borges, como “Funes el memorioso”, “Hombre de la esquina rosada”, “La muerte y la brújula”, “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz” y “Tema del traidor y del héroe”. Estarán a cargo de Pablo Gaiano, Cecilia Bruzzoni y Marcos Liyo.
Las figuras nacionales que participarán son: la autora María Negroni; el escritor y ensayista Martín Kohan; el autor Pedro Mairal; la escritora Sylvia Iparraguirre; la directora de teatro y escritora Cynthia Edul; el escritor, periodista y editor, Santiago Llach; el filósofo Darío Sztajnszrajber, el escritor y traductor Carlos Gamerro; la editora y periodista Verónica Abdala, y los escritores y periodistas Pablo Gianera y Patricio Zunini.
Los invitados internacionales confirmados son: la académica Margarita Díaz de León, el director, guionista y editor venezolano, Luis Bond, y el profesor y ensayista, especialista en manuscritos de Borges, y director del Borges Center de la Universidad de Pittsburg, el estadounidense Daniel Balderston.
Organizan el encuentro la editora, guionista y gestora cultural Marisol Alonso y la escritora Vivian Dragna. La premisa es que, lejos de ser un escritor inaccesible o complejo, Borges dejó innumerables puertas para acceder a su obra. El festival cuenta con el apoyo de Fundación Itaú y Mecenazgo, el programa de financiamiento del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.
Respecto del origen de este festival dedicado exclusivamente a la figura del escritor le dice Dragna a Tiempo Argentino: “La idea de hacer un festival íntegramente dedicado a Borges nació de que soy fan de él. No soy especialista, no doy cursos pero si soy lectora de él y gran admiradora de su obra. Al mismo tiempo, noté que no había un festival en el mundo que lo homenajeara. Sí hay jornadas, seminarios, workshops, talleres, pero no festivales en homenaje a este gran autor. En la Argentina existen el Festival Shakespeare, el Festival Gombrowicz, pero no existía uno dedicado al escritor más importante del país y con proyección universal. Entonces, se me ocurrió organizarlo. Fue así de simple.”
Y agrega: “Quería difundirlo, ganar nuevos lectores, porque cuando a uno le gusta algo lo que quiere es compartirlo. Este festival es compartir algo que nos gusta, que admiramos. Compartir es hacer que este festival llegue a participantes de todo tipo, desde el que ya es lector de él hasta el no lector, para el que quizá es una iniciación, una introducción en el Universo de Borges.”
Cuando se le pregunta si cree que Borges es más citado que leído porque su figura, por diversas razones, genera cierta distancia que dificulta el acercamiento, contesta: “Sí, creo que es así y por eso en este festival tratamos de desmitificarlo y de no organizar un encuentro netamente académico dirigido a especialistas. Esta no es la idea. Por eso el festival tiene, por un lado, charlas, y por otro, talleres y una sección que se llama Experiencia Borges. Va a haber cinco talleres en los que se van a analizar cinco cuentos de Borges. Los cuentos van a ser bastante conocidos porque hay un inconsciente colectivo al respecto. Todo el mundo conoce el nombre de “Funes el memorioso” y si se pregunta por su autor la mayoría diría que es de Borges, pero quizá no todos sepan de qué se trata. El objetivo es que “le entren” de alguna manera a Borges, ya sea escuchando una charla o analizando un cuento ayudados por un tallerista, por un especialista. De ese modo van a ver que la dificultad es aparente y cuando le sacamos la digresiones, las citas, las referencias, debajo hay un cuento muy claro, muy directo y maravilloso. Por eso queremos acercarlo a nuevos lectores, desmitificarlo.”
“Es importante destacar –subraya Dragna- la presencia de Daniel Balderston, un especialista internacional en los manuscritos de Borges, director del Borges Center de la Universidad de Pittsburgh donde hay una división con un cuerpo de profesionales que se dedica a investigar al obra borgeana. Esa división tiene una revista que se llama como el centro que se dedicada a compilar estudios sobre la obra de Borges. Es increíble la cantidad de instituciones y profesionales que existen en el mundo que se dedican a investigar a este autor argentino. A través de sus manuscritos, de la escritura en los bordes, las tachaduras y otros elementos de la escritura, Balderston puede inferir la estructura de la literatura de Borges. Es algo muy novedoso y lo vamos a ver en el festival.”
La escritora Sylvia Iparraguirre hará una introducción en la obra borgeana en Cómo empezar a leer a Borges, donde proporcionará claves de lectura para acercarse a los textos del escritor. “Cómo empezar a leer a Borges –afirma- no implica una simplificación de Borges ni un visión recortada, sino justamente lo contrario: buscar los caminos para acercarse a él. Se trata entonces de desarticular los prejuicios, el pensamiento primario que hay en determinadas personas de que para leer a Borges se necesita un aparato crítico, conceptos y entender cabalmente toda su literatura que es compleja.”
Respecto del recorrido de su propuesta explica: “Voy a entrar por su poesía que es por donde entré yo en la adolescencia, en el colegio, y voy a tomar los cuentos y ensayos para probar que se lo puede leer directamente y que entre el lector y él se establece una comunicación perfecta, no hay ningún tipo de imposibilidad de comprensión. En otra parte que se va llamar “Artificios” que es el mismo título le dio a lo que luego fue “Ficciones”, voy a mencionar algunos de los recursos que Borges pone en funcionamiento en sus cuentos para borrar los límites entre los géneros, por ejemplo, entre el género cuento y el género ensayo. Esta es una clave para entender las notas al pie que utiliza o para entender la alusión a personajes reales. Él cruza todos los límites, entonces en una ficción hay tanto personajes reales como Bioy Casares, como notas al pie o una crítica literaria. Por eso voy a dar unos cuentos de Borges que son absolutamente accesibles. Mi propósito es que la gente que se acerque a la charla pueda seguir recorriendo el camino después. Se trata, por supuesto, de una introducción, porque una charla de una hora o una hora y media no alcanza para ningún escritor, pero sí permite dar ciertas claves.”
Respecto de su propio acercamiento a Borges, dice: “En la escuela secundaria nos dieron poemas de “Fervor de Buenos Aires”. Yo estaba en tercer año, en Junín, y me fascinó, de modo que busqué el libro y, como digo en La vida invisible, sentí que Borges no me excluía. Al contrario, sentí que me incluía. Yo no lo leí con demasiada expectación porque no había leído críticas ni nada. Lo leí del modo natural con que se puede leer a esa edad. Simplemente, sentí que Borges me hablaba de calles suburbanas en unos versos muy directos, con una estética aparentemente sencilla. Fue mi entrada total a su obra porque luego fui leyendo sus cuentos, después sus ensayos. En la facultad, en el 68 tuve la suerte de inscribirme en Literatura Inglesa, materia de la que él era el profesor. Fue fantástico conocerlo personalmente, comprobar su humildad esencial y su sentido del humor que era desopilante y, además, muy británico, porque él no se reía. Decía cosas graciosas, pero él permanecía impertérrito. Luego lo vi en diferentes ocasiones, fui a su departamento en la calle Maipú, lo llamé muchas veces por teléfono porque muchos amigos míos querían hablar con él. Por ejemplo, Saúl Sosnowski, que vivía en Estados Unidos, estaba por fundar una revista, Hispamérica, quería hablar con él y no se animaba, entonces yo lo llamaba. Como en Junín está la calle Borges por su abuelo que murió cerca de Junín en la batalla de La Verde en las guerras civiles, a mí me resultaba muy cercano y me gustaba hablar de eso. Tengo una familiaridad con él que la traigo desde siempre.”
Iparraguirre destaca la fina ironía que Borges ponía cuando el periodismo le preguntaba cualquier cosa ajena a su campo como qué opinaba de Guillermo Vilas. Con esa ironía lograba zafar de preguntas de este tipo y hablar de lo que a él le interesaba que era la literatura. Asegura, además, que se ríe a carcajadas con Pierre Menard y con las crónicas de Bustos Domecq escritas con Bioy Casares “en las que se mofan de la crítica crípitca”.
El fácil deducir de todo lo dicho que el Festival Borges será un verdadero encuentro entre el escritor y sus lectores devotos y, sobre todo, con sus lectores potenciales que, por una serie de prejuicios, aún no se animaron a acercarse a su obra.