La diseñadora de joyas y empresaria Paloma Picasso dijo que llevar su apellido es «una herencia pesada pero llena de amor» y calificó la relación con su padre, el artista español del que mañana se cumplen 50 años de su muerte, como «absolutamente mágica y maravillosa».
Pablo Picasso, autor de un legado de 120.000 obras de arte, falleció el 8 de abril de 1973 en el sur de Francia, dejando cinco herederos y una serie de historias familiares, entre ellas la de su hija Paloma, quien en aquel entonces tenía 24 años, y se convirtió en una reconocida diseñadora.
Invitada a Radio France, dijo que fue «una niña pequeña muy silenciosa», a la que Picasso la dejaba observar su labor mientras la realizaba. Paloma Picasso, declarada nacida de padre desconocido, nació el 19 de abril de 1949, fruto de la relación del pintor con Françoise Gilot. Entre los recuerdos que más atesora remarca que el pintor le construía «pequeños personajes para colorear» con los paquetes de cigarrillos que fumaba sin parar.
En esa época los hijos nacidos fuera del matrimonio no podían llevar el nombre del padre en Francia. Solo años después Paloma y su hermano mayor Claude conseguirán ese derecho. En su lucha contra la ley y en su emancipación de la figura paterna, Paloma se convirtió en una reconocida creadora de joyas y empresaria de fama mundial. Su madre, Françoise Gilot, quien era pintora y siguió siéndolo toda su vida, pasó gran parte de su carrera en los Estados Unidos, al igual que Paloma. A sus 101 años, Françoise Gilot aún exhibe su obra en Nueva York.
Vivir con Picasso
En 1963, la pintora escribió un libro llamado «Vivir con Picasso» en el que habla de cómo fue estar con el artista, al que definió como un «ser tiránico, supersticioso y egoísta». Este libro fue un best seller inmediato en los Estados Unidos, pero su publicación en Francia generó una polémica en la que Françoise Gilot dijo que se había organizado su muerte social. Paloma habla de su madre como una mujer valiente que le abrió muchas puertas y que siempre le dijo que no había nada que le estuviera prohibido.
«Mucha gente que conocía dejó de saludarme. Aprendes lo que es la vida muy, muy joven. Y ya no pude ir a ver a mi padre», una experiencia «muy dolorosa», recordó su hija en la entrevista consignada por la agencia de noticias AFP. «No era un libro contra Picasso, ella humanizó a Picasso, era algo positivo porque para mi esa imagen de dios todopoderoso (…) lo convertía en alguien menos interesante», puntualizó.
La reconocida diseñadora de joyería y perfumes comenzó su carrera en el mundo de la moda en París en 1968. Su padre influyó en su elección de nombre, siendo Paloma el símbolo que diseñó para el Congreso Mundial de Partisanos por la Paz el mismo año en que ella nació. Además de su trabajo como diseñadora de joyería, Paloma ha incursionado en otros campos del diseño. En 1984, creó el muy exitoso «Paloma» para L’Oréal, que se convirtió en un clásico en el mundo de la perfumería.
Paloma vive en Lausana, Suiza, con su esposo Éric Thévenet, y en Marrakech, Marruecos. Su interés por el arte y el diseño ha proporcionado información valiosa sobre la creación de las colecciones de joyería de Picasso.