“Peritaje inconcluso”: un libro que es al mismo tiempo un tejido de materia y de palabras

Por: Martina Delgado

Este primer trabajo literario del artista multidisciplinario no puede ser encasillado en un género. Es a la vez historia, ensayo y diario del dolor y está a medio camino entre la literatura y las artes visuales.

Para hablar de «Peritaje inconcluso» conviene hacer un pequeño rodeo. En el poema “Huésped querida de mi cuerpo”, Rodolfo Wilcock escribió sobre la muerte o, más bien, sobre los modos en que intentamos darle forma a un vacío, algo que ya no existe: “Así como cada rey se hace un palacio nuevo/ cada uno debe construirse una muerte/ para sí mismo y para sus seres queridos./ Un edificio para deporte o caza,/ un mar verde sin acontecimientos/ o un lugar de penitencia./ Nadie tolera la descomposición/ del alma que no se puede pensar/ fuera del cuerpo vivo./ Tejida de materia y de palabras/ ¿a dónde vas, tan frágil y lábil,/ alma cuando mueres?”

No es sólo el duelo lo que conecta a Peritaje inconcluso (Mansalva), el primer libro del artista visual Ignacio Unrrein, con el poema de Wilcock, sino que hay una idéntica búsqueda “material”, podría decirse. Atrapar una ausencia hasta volverla, no ya presente, sino visible o incluso tangible.

«Peritaje inconcluso», materia y palabras

El recurso al que apela Unrrein es el que enuncia el poeta, escribe un libro que es al mismo tiempo un tejido de materia y de palabras. En Peritaje inconcluso, se cuenta una pérdida y el dolor de esa pérdida, pero también se cuentan todos los escenarios artísticos que construye obsesivamente Unrrein (el narrador y el autor se superponen en esta autoficción) para revolver esa vida, despertarla, hacer que florezca un ataúd. Hay escritura y práctica artística; lenguaje y cosas.  

Algo sucede cuando el autor empieza a transformarse en adulto: su novia de la adolescencia, con apenas 21 años, muere en un trágico accidente vial. De ahí en más, se cifra esta ¿historia? ¿ensayo? ¿diario del dolor? Más bien, todo junto y a la vez. A medio camino entre la literatura y las artes visuales, Peritaje inconcluso elude los géneros y muestra así, como dice Fabián Casas en la contratapa, que el arte es lo más serio del mundo, sobre todo para lidiar con la pena.

El dolor lleva a una urgencia del hacer permanente y en ese limbo se despliegan proyectos de instalaciones artísticas futuras, recorridos por los itinerarios de la pareja, navegar por Internet hasta recuperar viejas conversaciones de chat, mapas de citas literarias, recortes fotográficos, enumeraciones que parecen nunca acabar, recuerdos o la intención de recuperar los recuerdos y, por supuesto, la certeza de que nada de todo eso va a alcanzar(la).

Una escritura desnuda

Pero este diario agitado tiene su compensación sobria, la de una prosa absolutamente despojada, como si al mismo tiempo que se busca recuperar la pérdida, hiciera falta desprenderse de ella. “Bloques de desilusión (…). Oraciones que surgen de las entrañas. Que siempre duren poco”, dice un pasaje. Hay que escribir corriendo, contar lo que pasó, sí, pero siempre hacia adelante, para poder dejar atrás.

En uno de los microrrelatos que cuenta la novela, Unrrein muestra, de manera velada, una escena programática para leer esta escritura desnuda. En Pasteur, una ciudad al noroeste de la Provincia de Buenos Aires, el autor realiza una intervención inspirada en “La lotería” de Shirley Jackson. “Un concurso de caligrafía para que la gente exprese algo que sienta que el pueblo tiene que dejar atrás”, explica.

Foto: Gentileza Ignacio Unrrein

El pueblo se presta a la tarea, recitan las palabras y después las queman. Es un ritual colectivo de escritura y es, también, un duelo entre todos. “Temo que se den cuenta de que todo es un engaño, que el motivo principal ha sido convocar a la gente a compartir un momento de escucha y reflexión en tu homenaje. Que deseo que todos presencien el instante en el que, en cámara lenta, saco el papel que preparé la noche anterior y lo arrojo al fuego (…), y mientras lo veo irse recuerdo sus pliegues y algunos rastros de mi caligrafía. Y la patita, como le decíamos en la primaria, de la primera letra de tu nombre”, dice el narrador.

Esta escena se amalgama con otras. Sacar la tierra seca del ataúd; reciclar las páginas de una historia de amor y armar un cuaderno nuevo, que nunca va a estar en blanco pero sí listo para escribir otro cuento; tirar el nombre al fuego y ver cómo se destruye, ver cómo se enciende, dulce y lastimosamente, como pasa con los duelos.

Compartir

Se multiplican las pujas en el Congreso y la estrategia de Milei rinde examen

Hay varios temas claves que se debatirán esta semana, entre ellos la posibilidad de rechazar…

2 horas hace

Racing campeón, un grito tan potente y emotivo que merecía ser internacional

El equipo de Costas venció 3-1 a Cruzeiro en Paraguay y ganó la Copa Sudamericana,…

2 horas hace

Cómo se votará en Provincia de Buenos Aires: el debate que acerca posiciones en el peronismo

Un diputado de Massa presentó un proyecto para suspender las PASO. Las dudas que se…

3 horas hace

Cecilia Roth: «Esta es una de las obras más difíciles y placenteras que he hecho»

La reconocida actriz protagoniza La madre, la creación del francés Florian Zeller que cuenta con…

3 horas hace

De abuelos a nietos, Costas atraviesa generaciones de hinchas

De niño salía a la cancha con el equipo de 1966. En 1988 lideró a…

3 horas hace

Toda la magia de Mercedes Sosa en una grabación recuperada de un singular show en EE UU

El flamante disco Nueva York, 1974 revive una histórica presentación en el teatro Town Hall…

3 horas hace

El regreso con gloria de The Jesus Lizard

La banda de culto de los '90 lanzó Rack, su primer álbum de estudio en…

3 horas hace

Ping pong con Ángela Lerena: “A los 14 escuché Attaque 77 y me cambió la cabeza”

es una de las periodistas deportivas más admiradas de la Argentina. Hoy en su mesa…

4 horas hace

Agenda de Espectáculos con lo mejor de la semana

Las propuestas más atractivas de música, cine, teatro, streaming y mucho más.

4 horas hace

Por qué no se siente en el bolsillo la desaceleración de la inflación

El salto de los precios fue descomunal en los primeros meses del año, mientras que…

4 horas hace

Las rutas abiertas de América latina

En una semana, Xi Jinping inauguró el puerto de Chancay en Perú, participó del G20…

4 horas hace

Cristina: «Me quedo con el capitalismo peronista, en el que consumen todos y no sólo unos pocos»

La expresidenta estuvo en la Universidad Nacional de Rosario. Cuestionó al gobierno de Milei. "No…

4 horas hace