«Quiero avisar que el miércoles 10 cancelé mi mesa sobre Rulfo en la Feria del libro en el stand de La Nación a las 18 para ir a la marcha contra el 2 x 1″, informó la escritora Luisa Valenzuela en su muro de Facebook quien fue la encargada de abrir este año la Feria del Libro con un discurso, convirtiéndose así en la tercera mujer que pronuncia las palabras inaugurales de la Feria en 43 años, sin duda un dato significativo.
Otro tanto hizo Claudia Piñeiiro y todos los escritores que participarían de la entrega del 1° Premio Literario de la Fundación el Libro el día de mañana. Queda cancelada mi mesa del miércoles 10 en la Feria del Libro con Luis Mey porque a esa hora estaré en la Plaza de mayo contra el 2×1, tuiteó Piñeiro.
Valenzuela, que es directora del capítulo argentino de la organización internacional de escritores Pen, que reúne a escritores y periodistas para bregar por la libertad de expresión agregó: «Hemos convocado desde Pen Argentina para exigir la anulación de esa aberrante ley. Las mujeres seremos todas Madres el miércoles, iremos a la Plaza con pañuelo blanco».
Por su parte, voceros de prensa de la Feria, que se realiza hasta el 15 de mayo en el predio porteño de La Rural, adelantaron que la entrega del galardón obtenido por Máximo Chehin con el libro de cuentos «Salir a la nieve» «sería reprogramada para el sábado próximo». El jurado del certamen estaba integrado por el recientemente fallecido Abelardo Castillo, Valenzuela, Antonio Skármeta, Pablo De Santis y Daniel Divinsky.
Luisa Valenzuela ya se había referido al a difícil situación que vive no sólo la Argentina sino el mundo en su discurso inaugural: La era de la posverdad dijo en esa oportunidad-. Qué tremenda definición para los tiempos actuales. Tiempos de un ubicuo Moloch, ese monstruo bíblico con panza de fuego que traga a los nuevos desamparados y los multiplica: trabajadores desplazados, estudiantes, docentes, investigadores, inmigrantes, hasta mujeres porque nos están convirtiendo en una población de riesgo. El fuego en el seno de este Moloch tiene destellos de un oro que ya no cumple su función tranquilizadora, ya no respalda las monedas del mundo concentradas cada vez en menos manos. Este Moloch de hoy es un monstruo de avidez insaciable que desatiende el patrimonio esencial de las naciones: su cultura.
Como no podía ser de otra manera, La Feria del Libro ha sido siempre una caja de resonancia de lo que sucede en el país. Y su edición número 43 no es la excepción.