Es sabido que Federico García Lorca era un escritor viajero, que recorrió el continente americano de punta a punta y que en el contexto de sus travesías llegó a desarrollar un vínculo muy profundo con la Argentina y en particular con Buenos Aires, ciudad en la que vivió durante poco más de seis meses, entre 1933 y 1934. Arribado en el buque Conte Grande el 13 de octubre de 1933, García Lorca llega rodeado de un halo de fama , considerado el más célebre de los poetas españoles pertenecientes a la generación del 27. Aquí se convirtió en un fervoroso animador de la intensa vida cultural de la ciudad, frecuentando a figuras como Victoria Ocampo, Oliverio Girondo y su esposa Norah Lange, Pablo Neruda, por entonces cónsul de Chile, e incluso Carlos Gardel.
Durante su estadía porteña García Lorca vivió en el tradicional hotel Castelar, ubicado en la primera cuadra de la Avenida de Mayo al otro lado de 9 de Julio. Justamente esa avenida, la arteria más importante de aquella ciudad, se convirtió en el eje sobre el cual giró su vida pública. Sobre sus veredas no sólo se encontraba ese hotel al que transitoriamente convirtió en su hogar, sino también el café Tortoni, el café Los 36 Billares y el Teatro Avenida, donde ese mismo año se estrenó la versión local de su obra Bodas de sangre, montada por la compañía de la famosa actriz Lola Membrives, responsable de la invitación que trajo al poeta hasta Buenos Aires. Todos esos lugares son hoy en día puntos fundamentales de un itinerario que se conoce como La Ruta de Lorca, un circuito turístico que intenta ir tras los pasos perdidos del poeta en la ciudad.
Sin dudas es imposible revivir el calor que desató su paso por Buenos Aires sin embargo, gracias a la prodigalidad de la web, hoy es posible contar con al menos un eco tangencial de aquel hito cultural de la historia porteña. Hace algunos años atrás, el actor español Emilio Gutiérrez Caba donó a la fundación ibérica AISGE (Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión) un lote de 29 grabaciones entre las que se encontraban varios fragmentos de aquella versión de Bodas de sangre que Membrives estrenó en 1933, con el mismísimo Lorca presente en la sala. En dicha grabación pueden escucharse las voces de los actores Osvaldo Robledo, Vicente Ariño, Helena Cortesina, Diana Vértiz y Elena Conte, además de la de la propia Membrives.
El archivo puede escucharse en: