El arranque de la flamante nouvelle del británico Ian McEwan es sin vueltas kafkiano. Pero a la inversa. “Aquella mañana, al despertar de un intranquilo sueño, Jim Sams, inteligente pero de ningún modo profundo, se vio convertido en una criatura gigantesca.” Un insecto amanece humanizado en la figura del primer ministro de la convulsionada Inglaterra. Esta cucaracha empoderada enfrenta un país que golpea las puertas de la puesta en marcha de la doctrina “reversionista”, una delirante teoría socioeconómica que consiste en invertir el flujo monetario, de tal forma que son los empleados los que pagan a sus empleadores y a la vez son compensados al adquirir bienes y servicios en el mercado. Una “fórmula mágica” que solucionará todos los problemas. ¿Les suena?
“La cucaracha” es una sátira que regala escenas de tono mordaz sobre las mugres del Palacio de Westminster y las oficinas de 10 Downing Street, también de las infecundas cumbres internacionales en Bruselas, donde los mandamases globales se sacan los ojos y ven absortos la deriva británica hacia el precipicio. Cualquier similitud con las cucarachas reales, vivas o muertas, señala McEwan, pura coincidencia.
El giño a Kakfa que ensaya en la obra el autor de “Expiación” y “Solar” no se agota en la metamorfosis invertida. Su breve pero afilada novela -puede leerse de un saque- nos enfrenta a escenarios por demás insufribles, algo delirantes, como la calesita desenfrenada que significaba el Brexit (en tiempos previos a la irrupción del letal Covid-19). Un gran escritor que nos habla de una gran crisis.
Reversionismo en la ficción. Brexit y ahora inmunización de rebaño en la vida real. Miserias de la política insecta europea. “Si la gente corriente, buena y honrada, se ha dejado embaucar y ha de sufrir, que se consuele sabiendo que otras criaturas corrientes, tan buenas y honradas como ella, es decir, nosotros, vivirán felices conforme se multiplican”, agita la cucaracha que comanda los destinos de Gran Bretaña al final del libro de McEwan. ¿Lo habrá leído Boris Johnson?