Viene siendo un año convocante para la poesía. Después del éxito rotundo del Festival Internacional Poesía Ya!, se suscitan cada vez más actividades abiertas al público que la tienen de protagonista. A partir del viernes, se inaugurará la instalación Arder en lo que ya ardiendo ardía. Territorios de la poesía argentina, en el Museo del libro y de la lengua. Una antología de poemas desplegados por las salas del museo recorre las producciones de poetas de todo el país, desde Alfonsina Storni hasta poetas del presente. Curada por Andi Nachón y Juan Fernando García, la exposición es una suerte de work in progress que va a ir incorporando nuevos poemas y actividades a lo largo de su permanencia.
En diálogo con Tiempo, García cuenta que “la propuesta era habitar el espacio del museo con poesía, sólo poesía. No con la poesía como soporte ni como subsidiaria de nada, sino con la poesía como protagonista. Uno entra al museo y lo único que puede hacer es detenerse a leer o escuchar poemas. Empezamos a pensar una antología enorme, que pueda ir creciendo mes a mes. La Argentina tiene un amplio territorio que produce desde siempre mucha poesía. Por eso buscamos que se puedan encontrar en la instalación distintas voces, de distintas épocas y latitudes, con diferentes tonalidades, formas y poemas que apelaran a múltiples temas, como el poema político, el arte poética o el paisaje, por mencionar sólo algunos. Partimos del siglo XX con una figura rectora que es Alfonsina Storni y empezamos a pensar una cronología que pudiera cubrir ese mapa. En esa cronología, vamos a ir de febrero a junio, que es cuando finaliza la instalación, cubriendo con distintas capas y a partir de distintas voces ese territorio”.
El criterio de selección de poemas está atravesado por los intereses de los curadores, que además son poetas y docentes de la UNA. “Armar una antología, ya sea de esta forma, con poemas en el piso, en la pared o colgados, o de una forma más tradicional, en una compilación en un libro, siempre es algo caprichoso porque uno no puede tener la verdad absoluta, es imposible reflejar la totalidad, hay que hacer un recorte. Está orientado por nuestra experiencia como lectores, son poemas con los que todo aquel que tenga alguna afinidad con la poesía se va a sentir identificado, y hasta incluso va a poder descubrir cosas que quizá desconocía”, explica García.
La experiencia de García y Nachón como lectores está atravesada por el circuito cultural de Buenos Aires, de encuentros en espacios públicos en los que se recita poesía y también en talleres, pero a la vez tiene que ver con un proceso de búsqueda que los lleva permanentemente a ir más allá del lugar conocido. “Siempre hemos leído, en la medida de lo posible, el mapa de la literatura argentina, saliendo de nuestro circuito más cerrado que es el de Buenos Aires. Buscar qué es lo que se producía y sigue produciendo a lo largo del país. En estos años, las redes nos han permitido ese acercamiento. Además, como la fascinación por el libro sigue estando presente, hay todo un recorrido que se puede hacer a través de ferias y festivales de poesía para tener un panorama amplio. El momento actual es muy rico para la poesía, venimos de estar en el Festival Poesía YA!, por el que pasaron 40 mil personas. Es un hecho inédito para la poesía, para la narrativa y para cualquier manifestación que tenga que ver con la literatura. Hay mucha producción que da cuenta de nuestro presente. Los poetas más jóvenes abren su corazón y su producción en distintos espacios y de maneras profundamente vitales. La poesía hoy tiene un punto de intercambio muy fuerte desde la oralidad. El slam es un gran momento donde los poemas se dicen con una entonación particular con un público que recibe esas lecturas como si fueran conciertos de rock. Hay mucho y muy diverso, eso es lo que hace que sea un momento muy vivo”, dice García.
Algo de esa vitalidad, de los poemas encendidos, como ilustra el título de la instalación, se va a poder ver en el museo. Incluso desde el punto de vista de la materialidad de los poemas, no sólo porque se van a poder leer desde distintas disposiciones en el espacio (desde la ventana, desde el piso, desde el techo), sino también porque va a haber manuscritos de poemas, para tener una pequeña aproximación a ese momento íntimo de la producción. “Aprovechamos que para el festival hubo muchos poetas que vinieron de las provincias, los invitamos y hay muchos poemas que llegaron manuscritos. Y ahí hay poemas de María Teresa Andruetto, Claudia Masin, Gaby de Cicco, pero también de poetas de las nuevas generaciones, como Martín Roda o Sebastián Sosa Ojeda. En esta cronología que se va dando por acumulación, por capas de poemas que se van sumando, llegamos hasta el presente. Una vez finalizada la obra vamos a tener más de 300 poemas de 300 poetas de todo el país. Y con una cosa visual muy dinámica y muy plástica sin que haya que hacer otra cosa más que pararse frente a la pared o al piso o mirar hacia el techo y leer”, concluye García.
En la inauguración de la instalación también habrá distintas editoriales. Participará Prensa La Libertad, que se sirve de antiguas máquinas de impresión para crear obras que celebran y reinventan la estética del método tradicional y experimentan en la composición gráfica. Se presentarán editoriales como Zindo & Gafuri, Salta el Pez, Gog y Magog y Tren en movimiento.
La cita de la inauguración es el viernes 24 de febrero a las 18 en el Museo del libro y de la lengua (Av. Las Heras 2555). La instalación podrá visitarse hasta el 30 de junio de lunes a viernes de 14 a 19.