Constanza posa sobre un afiche en La Rural. Con el pelo largo y rubio, un vestido celeste, una escopeta en la mano y la cartuchera en la cadera, está lista para interpretar a Dolores, la heroína de Westworld (HBO). La caracterización es tan similar al personaje de Evan Rachel Wood, que resulta difícil imaginarse todo el trabajo que hay detrás de la puesta en escena, casi como si hubiera salido de la serie televisiva sin ninguna intermediación. Pero hay un proceso exhaustivo de investigación, búsqueda de materiales, largas horas dedicadas a la costura del traje, pruebas de maquillaje y ensayos de gestos, posturas o modulación de la voz para interpretar a Dolores. “Normalmente, mi rutina empieza cinco horas antes del evento porque me gusta llegar e irme caracterizada. Hay muchas personas que no saben cuál es mi color de pelo real porque sólo me ven vestida con los trajes de los personajes que interpreto”, cuenta Constanza Valenzuela (IG: cotycocoa) a Tiempo Argentino.
Hay tanta magia en estas performances que se podría llegar a creer que los cosplayers siempre estuvieron ahí para encarnar a sus héroes y villanos favoritos, pero se trata de un fenómeno relativamente nuevo, que nació a finales del siglo pasado. En 1939, Nueva York fue sede de la edición inaugural de la World Science Fiction Convention (oWorldcon), la primera convención geek organizada para fans. Ese día, Myrtle R. Douglas, una editora independiente de Fanzines, y su novio Forrest J. Ackerman, uno de los editores literarios más reconocidos de ciencia ficción, atraparon la atención de todos los asistentes por sus originales (y completamente inusuales para este tipo de eventos) disfraces: llegaron vestidos como los personajes de la película Things to Come (1936), escrita por H.G. Wells. Provisoriamente, denominaron a la performance “futuristicostumes”. Con el correr de los años, fueron muchos los fans que imitaron a estos pioneros del Cosplay. En la edición de 1984 de la Worldcon, en Los Ángeles, la presencia de Nobuyuki Takahashi marcó un antes y después para el desarrollo de la cultura geek. A su regresoen Japón,el fundador de Studio Hard acuñó el término Cosplay (una palabra compuesta por “costume”: disfraz; y “play”: jugar o interpretar) para referirse a este tipo de expresión artística y escribió un artículo que se publicó ese mismo año. A partir de ese momento, el fenómeno empezó a ser cada vez más masivo e inundó un montón de países a lo largo de todo el mundo. En Argentina, el Cosplay es actualmente toda una cultura en sí misma, cada año se celebran nuevos concursos y convenciones masivas, que atraen tanto a cosplayers como al público general.
“Esta actividad permite jugar con la idea de ser alguien diferente,porque literalmente eso significa: jugar a vestirse. Con el paso del tiempo el juego ha quedado relegado en sociedades como la nuestra, ya no hay tanto lugar para jugar. El cosplay te permite ser ese personaje que tanto admirás. En ese sentido, se podría asemejar a hacer teatro, nada más que no implicaconstruir un personaje desde cero, sino que se hace la reinterpretación de un personaje ya existente. Desde las uñas, el pelo, la ropa, las armas, las posiciones e incluso su temperamento”, cuenta Valenzuela y agrega que intenta elegir “heroínas con personalidad fuerte y disruptiva, pero que sigan manteniendo características femeninas. Por ejemplo, el personaje de Dolores de Westworld me gustó porque tiene mucho de Alicia en el país de las maravillas, es muy femenino pero al mismo tiempo viene a romper con la idea de ser la princesa rescatada y a ponerse ella en primera instancia, es la protagonista activa de la aventura”. Los guiños de Dolores en Westworld a Alicia en el país de las maravillas son varios. No sólo su vestimenta essimilar, sino que, al inicio de la ficción, Bernard le lee un pasaje de la novela: “Me pregunto si me cambiaron por la noche. Déjame pensar. ¿Era igual cuando me levanté esta mañana? Casi creo que recuerdo haberme sentido un poco diferente. No soy la misma, la siguiente pregunta es ‘¿quién soy yo en el mundo?’. ¡Ah, ese es el gran enigma!”. Una cita que retumba en las performances de Constanza interpretando a Dolores, como tantos cosplayers que un día se despiertan siendo otros.
Los universos alternativos
Es 2014 y se celebra Comicópolis en la rural. El concurso de cosplay es tan masivo que asisten invitados de todo el país para clasificar y competir en la gran final. Por esas semanas, los invitados del interior conviven todos juntos en un hostel, comparten trajes y secretos del detrás de escena. De a poco se va creando una comunidad. “El cosplay también te permite conectar y crear sentido de pertenencia. Te ayuda a compartir experiencias y conocimientos, apoyo y contención”, cuenta Constanza Braxs (IG: ladykcosplay) en diálogo con Tiempo, cuando recuerda esos días en Buenos Aires. “Conocer a las personas haciendo cosplay es como accedera sus mejores y peores momentos porque compartís horas de desvelarte, de estar en pijama llenos de pintura, de polvillo, de Goma Eva, del estrés de cambiarte, de usar los trajes, de divertirte y hacer fotos juntos”, dice.
Enlas convenciones conviven distintas formas de hacer cosplay. Existe desde el Cosplay tradicional hasta otros tipos más diversos como el del universo alterno, en donde se mantienen todos los rasgos que forman parte del universo de ficción de un personaje, pero se cambia un solo elemento sin descuidar su coherencia. De esta manera, por ejemplo, Superman podría mantener su historia y ser un estudiante de Hogwarts. Un caso distinto es el del Crossplayer, donde los artistas asumen un personaje que es de distinto género al propio. O también está el Cosplay Genderbending, que consiste en la reinterpretación de un personaje para cambiarle el género. Es el caso de las muchas Guasonas que andan dando vueltas por estos eventos.
El universo de posibilidades es inmenso y “requiere del desarrollo de muchísimas disciplinas que te permiten expresarte de distintas maneras. Implica un gran desafío encontrar de qué manera poder llevar a la vida a esos personajes, hacer que eso tenga coherencia con la ficción. Lleva mucho trabajo. Por eso los concursos son tan importantes porque se pondera todo ese recorrido”, destaca Braxs.
Anime-Con Argentina
El cosplay será uno de los protagonistas de la primera edición de Anime-Con Argentina, la convención más importante de Anime, Manga, Cosplay, Gaming y cultura japonesa de la historia de nuestro país, que se podrá disfrutar a partir de hoy hasta el 4 de septiembre en La Rural.
En diálogo con este diario, Juan Ignacio Quiroga, editor de Editorial Ivrea yuno de los organizadores del evento, señaló que “esta es la primera edición de Anime-Con Argentina, pero parte de su organización ya se dedica habitualmente a hacer Argentina Comic Con. Por eso aseguramos que todas las ediciones de esta convención tendrán al menos un concurso de cosplay por jornada con importantes premios, y esperamos seguir incentivando que la gente participe y sienta que este es un hobby más, tan accesible y disfrutable como cualquier otro. Creemos que es de vital importancia contar con muchos cosplayers asistentes y protagonistas. No son sólo parte de la esencia de este tipo de eventos, también le aportan color y vida. Que las convenciones de anime, manga y comics tengan muchos cosplayers desfilando por los pasillos y sacándose fotos con la gente marcan una importante virtud respecto a eventos de cualquier otra clase”.
El evento contará con diversos shows musicales, desfiles y concursos. El cronograma completo puede verse acá y las entradas se adquieren a través de Ticketek.