Los festejos del 12 de octubre, día en que se conmemora la llegada de las tres embarcaciones españolas comandadas por Cristóbal Colón a costas americanas en el año 1492, han recibido a través de los años diversas denominaciones. A partir de ellas es posible contemplar el cambio de perspectiva con que esta fecha y lo que representa se han ido resignificando a través del tiempo. Un recorrido que desde el sesgo colonial de sus primeras celebraciones, hasta la actual comprensión de la magnitud de aquel colosal choque de culturas, que si bien ha tenido muchos elementos positivos, también encarna el comienzo de una gran tragedia.
La celebración nació durante las primeras décadas del siglo XX y tenía como fin celebrar el encuentro de dos mundos. Habían pasado más de 50 años del final de las guerras que marcaron el proceso de la independencia en los países latinoamericanos y los pueblos americanos y españoles se esforzaban por construir un nuevo vínculo para canalizar la profunda cercanía cultural creada a partir de los cuatro siglos de colonización. En ese contexto, en 1913 Faustino Rodríguez San Pedro sugiere desde la presidencia de la Unión Ibero Americana (una organización española que bregaba por estrechar las relaciones económicas, sociales y culturales entre los estados de Portugal, España y sus jóvenes pares americanos) convertir al 12 de octubre en una fecha para celebrar dichos lazos. El nombre elegido por él fue Día de la Raza, denominación que en ese momento solo incluía a la “raza española”: todavía se estaba muy lejos de comprender toda la diversidad y riqueza cultural que la conquista había sometido y dejado oculta.
Exaltación de la raza hispana
En 1917 la ciudad de Madrid oficializa tanto la celebración como el nombre propuesto y el rey Alfonso XIII la convierte en fiesta nacional un año después. Con ese nombre se celebró en América Latina a lo largo de todo el siglo XX, aunque los cuestionamientos con el tiempo comenzaron a multiplicarse y a hacerse más intensos. A partir de 1917 y bajo el gobierno de Hipólito Yrigoyen la fecha también empezó a celebrarse de manera oficial en todo el territorio argentino, aunque todavía sin una denominación clara.
Por su parte, a partir de 1926 el apelativo Día de la Hispanidad, acuñado por Zacarías de Vizcarra, un sacerdote español residente en Argentina, comenzó a volverse cada vez más popular en España a la hora de referirse a esta celebración. El gran responsable de extenderlo fue el ensayista y político Ramiro de Maetzu, quien el 12 de octubre de 1935 publicó un artículo titulado justamente “El día de la Hispanidad”. Admirador de Adolf Hitler, embajador en la Argentina entre 1928 y 2919 durante la dictadura de Primo de Rivera, De Maetzu fue asesinado en 1936 en el comienzo de la Guerra Civil Española, pero sus ideas sobre la Hispanidad incluidas en aquel texto alimentaron la usina ideológica de la facción falangista. No extraña, entonces, que haya sido Francisco Franco quien durante su dictadura oficializó en 1958 el nombre de Día de la Hispanidad.
Tras la muerte del dictador en 1975, la democracia volvió a España y en 1982 un decreto estableció para la celebración del 12 de octubre el nombre de Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad. Pero cinco años más tarde se recortaría a Día de la Fiesta Nacional de España, que es como se sigue llamando en la actualidad en el país europeo, desechando para siempre los conceptos de raza e hispanidad.
Una celebración multicultural
Desde su aparición en el calendario local de efemérides y hasta el año 2010, en nuestro país la conmemoración del 12 de Octubre mantuvo el nombre de Día de la Raza. Sus festejos tenían como objeto exaltar la llegada de las culturas europeas a tierras americanas, a partir de una perspectiva romántica que idealizaba los procesos de conquista, explotación y sometimiento de las culturas originales. Según este punto de vista, los habitantes americanos no solo habían recibido a los extranjeros con los brazos abiertos, sino que de buena gana accedieron a entregar su tierra y su riqueza, trabajando para ellos y aceptando su lengua y su religión. Durante casi un siglo, la conmemoración del arribo español a este continente fue definido como un descubrimiento, omitiendo de manera sostenida los excesos cometidos en todo el proceso colonizador y evangelizador, que en algunos casos llegó hasta el exterminio de pueblos y culturas completas.
Recién durante el 2007, desde el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) se presentó ante el Congreso Nacional un proyecto de ley que proponía que el estado corrigiera esta forma inexacta de definir los hechos derivados de la llegada de los europeos a América. El texto sugería cambiar la denominación de Día de la Raza por el mucho más preciso Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Este nombre comenzó a utilizarse a partir de 2010, gracias a un DNU firmado por la entonces presidenta Cristina Fernández, permitiendo que todas aquellas culturas que habían sido primero conquistadas, luego reducidas y finalmente olvidadas, obtuvieran el simbólico reconocimiento cultural que les corresponde.
América, tierra diversa
Son muchos los estados de América latina que siguen utilizando las denominaciones de Día de la Raza o De la Hispanidad para identificar el festejo del 12 de octubre. Así ocurre en países como Colombia, Guatemala, Honduras, Panamá o El Salvador. El país pionero en instalar el cambio de perspectiva respecto de la fecha fue Costa Rica, que en 1994, dos años después del la celebración de los 500 años del arribo del navegante genovés a América, modificó el nombre de la celebración a Día de Encuentro de las Culturas para volverlo (un poco) más inclusivo. En la misma línea se encuentra la modificación realizada por Chile en el año 2000, comenzado a utilizar la denominación de Día del Encuentro entre Dos Mundos.
El país pionero en ese cambio de mirada respecto de los acontecimientos que tuvieron lugar a partir del arribo de la expedición comandada por Colón fue Venezuela, cuando en atención a un pedido realizado por distintas organizaciones indígenas el presidente Hugo Chávez decretó en 2002 que la efeméride pasara a llamarse Día de la Resistencia Indígena. A esa iniciativa le siguieron las de Perú, donde en 2009 el entonces presidente Alan García oficializó el nombre de Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural, y la de Argentina en 2010. Un año más tarde se sumaron Bolivia (Día de la Descolonización) y Ecuador (Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad), agregándose en 2014 Uruguay (Día del Respeto a la Diversidad Cultural).
En Bahamas, en una de cuyas islas desembarcaron Colón y su gente el 12 de octubre de 1492, la fecha recibe el nombre de Discovery Day, o Día del Descubrimiento. Por su parte, Cuba es el único país de América donde esta fecha no se celebra ni se conmemora.