Por la mañana, la Casa de la Cultura se llenó de periodistas que recorrieron la megamuestra Marzo, Mujer y Memoria, un proyecto que reúne a artistas mujeres de todo el país, desde Jujuy a Tierra del Fuego.
Está constituida por pinturas, videos, instalaciones, dibujos, esculturas y fotografías de más de treinta artistas y quedará abierta al público con entrada libre y gratuita a partir del jueves 17 de marzo y podrá visitarse durante un mes.
En la antesala pueden verse las imágenes de doce Abuelas de Plaza de Mayo retratadas por el artista Andy Riva para el libro Historias de Abuelas publicado por el FNA y la Casa por el Derecho a la Identidad de las Abuelas de Plaza de Mayo, que funciona en la ex ESMA.
Algunas de las obras son Escrituras, de la artistas salteña Soledad Sánchez Goldar y consiste en bordados sobre diferentes tipos de telas. Celeste Venica, de Neuquén que utiliza tiras de luces para escribir la palabra Abuelas.
Manto memoria es una especie mosaico de grandes dimensiones, tejido, que pertenece a la artista Catalina Galdón, de Río Negro.
Mónica Millán, de Misiones, presenta un dibujo hecho con grafito que combina el retrato de una tejedora, con sus propias palabras, las que dan nombre a la pieza Uno si teje da vida.
También tiene lugar el registro de la calle a través de la fotografía. El grupo cordobés Urbomaquia presenta las pancartas que integraron la marcha del 24 de marzo de 2022.
En el acto oficial de homenaje que se llevó a cabo por la tarde en los jardines de la Casa de la Cultura y del que participaron la presidenta del Fondo Nacional de las Artes, Diana Saiegh; el ministro de Cultura, Tristán Bauer, y la propia Estela fue leído un cuento del libro que forma parte del proyecto literario Ovillo de Trazos que lleva a cabo la institución desde 2015.
La Orquesta infanto-juvenil El Ombú de Carlos Keen, que cuenta con la dirección musical de Santiago Mastronardi, ofreció tres piezas, dos tangos y la emblemática canción de León Gieco sobre la memoria.
En la sala de la Casa de la Cultura se encuentra la muestra colectiva “Marzo Mujer Memoria” que abrirá al público el jueves 17 de marzo y que permanecerá abierta hasta el 17 de abril.
“Cuando pensamos este evento –dijo Saiegh visiblemente emocionada dirigiéndose a Estela de Carlotto- todo el tiempo tuvimos el gesto del abrazo hacia vos, Estela. Es el abrazo que la cultura te quiere dar. Esto parece poquito, pero es mucho porque se trabajó en esto todo el verano. Nos comunicábamos con las artistas, mándábamos mails… En marzo se festeja el día de la mujer, pero también se conmemora el 24 de marzo. Entonces, en esa especie de masa de pan que vamos haciendo las mujeres tratamos de unir marzo, mujer y memoria convocando a artistas que quisieran rendir un homenaje a las abuelas y hacerlo desde la mujer. Entonces, el nombre de la muestra surgió casi solo: Marzo-Mujer-Memoria. Es así como hoy acá estamos.”
Destacó la colaboración brindada por la Casa por el Derecho a la Identidad de las Abuelas de Plaza de Mayo en el armado de la muestra y agregó: “Fue elegida una artista de cada provincia y desde cada provincia, cada Dirección de Cultura, Secretaría o Subsecretaria nos ayudó para que los envíos llegaran bien y a término para que pudiéramos cuidar las pieza como había que cuidarlas. Esta institución, el Fondo Nacional de las Artes, se creó hace muchos años y su fin es ayudar a los artistas. La idea, además, es que los derechos de artistas que hace más de 70 años que no están entren a un fondo. Nosotros nos encargamos de repartir ese fondo para que el producto de quien fue un creador, un escritor, un pintor, un músico, vuelva otra vez a la comunidad artística a través de nosotros a partir de concursos, becas, subsidios y también de préstamos. Estábamos muy contentos con los proyectos que íbamos a realizar, cuando llegó la señora Pandemia y todos tuvimos que ir acomodando todos esos proyectos en un rinconcito y con la ayuda del presidente, de la Jefatura de Gabinete y del ministro de Cultura Tristán Bauer nos dedicamos a ayudar a los artistas que, de un día para el otro, se quedaron sin trabajo, sin salarios, sin dinero. Nos ocupamos de dar muchísimas becas en todo el país. Y en ese momento tomamos un compromiso. Ese compromiso fue que este Fondo Nacional de las Artes, que si bien era nacional no era muy federal, hiciera que la ayuda llegara a todos los rincones de la Patria. Así fue y ese entrenamiento nos quedó, por lo que nos dijimos que este Fondo tenía que ser cada día más federal.
Por eso, esta muestra la pensamos con un artista por cada provincia. En el “mientras tanto”, continuamos con las ayudas y una de estas ayudas fue para las orquestas infanto-juveniles, porque estas orquestas son un lugar de contención, sobre todo en algunas barriadas humildes donde los chicos se reúnen para aprender música. Una de las orquestas que nos tocó ayudar fue la Orquesta El Ombú de Carlos Keen, en Luján. Cuando se enteraron de que íbamos a hacer este homenaje a las Abuelas, ella misma quiso participar.”
A continuación, la directora y fundadora de dicha orquesta, Patricia Bisso, expresó: “La mayoría de nosotros venimos de un pueblo rural que está a 20 minutos de Luján, también hay chicos de San Andrés de Giles. Hace 15 años que comenzamos una orquesta rural en esa zona. Hoy vienen chicos de varias localidades y, a partir del año pasado, somos la Orquesta Municipal de Luján y estamos muy contentos. El Fondo Nacional de las Artes fue una gran ayuda porque estamos lejos y a veces parece que la cultura solo tiene lugar en las ciudades. Pero nosotros estamos convencidos de que la cultura tiene que llegar a todas partes. Algunos de los chicos que hoy están acá han comenzado en la orquesta a los cinco años. Hoy tienen 15, 16, 18 y es una alegría poder compartir esto con ustedes. Santiago Mastronardi, el director musical de la orquesta, hace los arreglos para todos los niveles. Hoy están aquí los alumnos más avanzados, pero el grupo de los más pequeños está integrado por alrededor de 40 chicos.”
Hacia el final del acto, tomó brevemente la palabra Estela de Carlotto quien dijo: “Queridos amigos. He estado emocionadísima desde el principio al fin ya desde que entré en esta casa que es una casa histórica transformada en un lugar de lucha por el arte. El arte es esa bendición de poder limpiar nuestros sentimientos cuando estamos heridos o estamos enojados. Un canción, un instrumento, una poesía, un cuadro, calman y eso es lo que tenemos que hacer lo más frecuentemente posible. Como saben, Abuelas es un organismo que nace como consecuencia de la búsqueda, en nuestro caso particular, de los nietos. El desprecio por la mujer cuando comenzamos era mucho: “déjenlas a las locas, se van a cansar, déjenlas caminar. Son mujeres.” Sí, somos mujeres, y seguimos caminando hace 46 años. No somos distintas a ninguna. Nos provocan y salimos. No somos mejores. Somos madres y abuelas con un sentimiento que no se puede acabar con el cansancio, sino solo con la muerte y quién sabe si incluso con la muerte. Esta lucha desde el amor, en la que no hay odio, rencor ni revancha, sino solo amor, no puede terminar hasta que no tengamos estas tres palabras completas: Memoria, Verdad y Justicia. Eso se tiene que concretar para todos, para que lo que sucedió no se repita. Eso es lo que queremos dejar, el ejemplo en Argentina de esta lucha que ha recorrido el mundo. Hemos tenido que ayudar a otros países a que sigan el ejemplo, un ejemplo, insisto, de mujeres. Cuidamos a los hombres. Los hombres son los héroes anónimos. Tuvieron que esperarnos, que es lo peor, tuvieron que esperar y ver si llegábamos. Aquí estamos, con la democracia más larga de nuestra historia y hay que cuidarla. ¿Es imperfecta? Sí. ¿Falta mucho? También. Pero nunca hay que bajar los brazos. Este bastón me ayuda a no arrodillarnos, porque jamás nos vamos a arrodillar ante el enemigo. Estela es una abuela, pero lo que se hizo, no lo hice yo, lo hicimos todas las abuelas. Algunas no tuvieron coraje y no las conocimos, pero por ellas buscamos igual a ese niña o niño perdido, robado. Entre las pocas que quedamos, quedo yo. Somos muy poquitas. Tengo 91 años y tengo la suerte de vivir, pero desde algún lado nos acompañan las que se fueron. ¿Y saben qué? Nos acompañan los nietos recuperados. Ellos han tomado ya el trabajo institucional siendo parte totalmente legalizada de la Comisión Directiva. Muchos de ellos están aquí hoy. Una los ve crecer, tener familia, trabajo y ser buenas personas. Y tampoco tienen odio ni rencor. Quieren encontrar a los que faltan. Faltan 300. No los veremos nosotras o quizá sí los veremos desde otros lugar, pero ellos van a seguir caminando.”
En ese momento, retrasado, llegó el ministro Bauer. Estela le agradeció por haber llegado a pesar de sus múltiples obligaciones y dijo en tono jocoso: “¿Saben desde cuando conozco a este muchacho que hoy le está haciendo tanto bien a nuestra Patria?”
Y continuó: “Este lugar es un alimento para el alma porque con el amor uno renace. Así que hoy, chicos, gracias a Dios, me voy más joven. Muchas gracias.”
Al final y de manera informal, dijo el ministro Bauer: “Una vez más Estela me reta por llegar tarde, pero sabe que es por todas la actividades permanentes que estamos llevando en este tiempo que nos toca vivir.” Contó a continuación que la conoció hace muchísimos años cuando con la documentalista Estela Bravo filmaban su vida y la aparición de los primeros nietos. “Eran momentos tremendamente conmovedores”, dijo.
Y agregó: “Desde ese entonces viene el ejemplo permanente de ellas, de sus hijos, de sus hijas y también de los nietos que retomaron esas banderas de lucha. Para nosotros la memoria de los 30.000 compañeros y compañeras desaparecidos es una memoria viva, es un ejemplo de solidaridad y lucha y ellos nos marcan el camino. Lo que a tanto odio, tanta muerte y tanta aberración opusieron las abuelas es la dignidad, la lucha, el amor. Es un ejemplo y merece agradecimiento. Las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo son un ejemplo ante el mundo, como lo son nuestros 30.000 compañeros y compañeras desaparecidos.”
Su discurso culminó con un agradecimiento a las artistas que participan de la muestra y señaló que nuevamente frente a un mundo en guerra como en el que estamos viviendo todas las disciplinas artísticas cobran una nueva centralidad. “Cultura –dijo- viene de “cultivar” y lo que nosotros debemos hacer, siguiendo el ejemplo de las Madres y las Abuelas, es cultivar la lucha por la paz.”
Al finalizar, entre todo el mundo que la saludaba, Estela le dijo a Tiempo Argentino: “Estoy muy emocionada. El homenaje que aquí le han hecho a la institución, a las Abuelas, a los hijos, a la lucha ha sido magnífica. Nos han regalado música, una canción y presencia. Esto nos gratifica y nos da más fuerza para seguir luchando y seguir buscando a los nietos que faltan.”
La exposición Marzo, Mujer y Memoria, permanecerá abierta hasta el 17 de abril de jueves a domingo de 14 a 19, con entrada gratuita y sin necesidad de inscripción previa, en la Casa de la Cultura del FNA, Rufino de Elizalde 2831.