Ayer, luego del reclamo que escritores y artistas realizaran ante la Legislatura porteña por las modificaciones que desde el Ministerio de Cultura de la Ciudad intentan imponerle a las condiciones de entrega y a los subsidios de los premios municipales, el presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) dialogó con Tiempo Argentino. Son muchos los sectores, desde actores y escritores a artistas visuales, que se verían afectados si la Legislatura aprobara dichas reformas. Todos ellos coinciden en que el proyecto debe ser retirado para poder establecer una instancia de diálogo. El ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, mantuvo una reunión con las diversas instituciones que agrupan a los sectores de la cultura, la SADE entre ellas. Ninguna obtuvo una respuesta definitiva, sino apenas una promesa vaga de repensar el tema. Lo cierto es que, cuando se convocó a escritores y artistas la semana pasada a una reunión informativa, el proyecto con las reformas ya había sido presentado ante la Legislatura a espaldas de los propios afectados.
-¿Obtuvieron alguna respuesta del Ministerio de Cultura de la ciudad luego del reclamo realizad ayer frente al Ministerio y a la Legislatura porteño?
-En forma previa a la movilizador nosotros tuvimos una reunión con el ministro de Cultura de la Ciudad Enrique Avogadro. Le solicitamos que retire el proyecto que fue presentado a la Legislatura para darnos la oportunidad de debatirlo, de discutirlo entre todas las entidades que participamos de los premios municipales.
-¿Las modificaciones que quieren hacer sobre los premios no les fueron comunicadas con tiempo?
-No, nos citaron el miércoles de la semana pasada a una reunión que era más que nada informativa, no para conocer nuestra opinión, sino para decirnos que tenían ese proyecto. Cuando fuimos a la reunión –y de esto nos enteramos después- el proyecto ya había sido presentado a la Legislatura. Cualquier aporte que nosotros hubiéramos podido hacer ya no tenía posibilidad de modificar nada. Yo creo que Avogadro es un ministro dialoguista, un hombre que seguro entiende nuestros reclamos, pero, desafortunadamente, la situación lo llevó a presentar este proyecto que licúa una parte importante de los beneficios que otorgan los premios municipales, sobre todo lo referente a los subsidios.
-¿Qué respuestas tuvieron de esa reunión con Avogadro previa al reclamo público?
-Nos dijo que lo iba a pensar, que había tenido encuentros también con otras organizaciones y que iba a analizar la propuesta que le llevamos y a ver la posibilidad de modificar el proyecto, pero, por supuesto, no nos aseguró que lo iba a modificar, desde luego. Vamos a ver ahora si el pedido que le hicimos tiene efecto o no. La verdad es que no lo sabemos.
-¿Las otras organizaciones que usted menciona cuáles son?
-En la reunión que mantuvimos a las 14.30 estuvimos organizaciones que representan a escritores, es decir, la Unión de Escritores y la SADE. Luego fueron representantes de otros géneros artísticos y todos con un planteo muy similar al nuestro, es decir, que se retire el proyecto y se abra el debate. Todos obtuvieron esa respuesta indefinida de que puede ser que sí, pero puede ser que no, que puede ser que el proyecto se trate con modificaciones. Nosotros dijimos que las modificaciones le iban a hacer todavía más daño al proyecto, por lo que era importante que nos diéramos un tiempo. El esgrimió que ahora cambia la configuración de la Legislatura con el ingreso de los nuevos legisladores electos en noviembre y que eso podría producir luego dificultades para aprobar el proyecto, porque ya no tendrían la mayoría que ahora sí tienen. Eso es lo que expresó en la reunión y por eso el apuro, pero el apuro se lleva puestos a los subsidios del Premio Municipal que es lo más jugoso del premio.
-Ante esta respuesta se llevó a cabo la protesta ante la Legislatura que ya estaba prevista.
-Sí, a nosotros nos recibieron en el Teatro General San Martín, cuando salimos de allí fuimos a la Avenida de Mayo y desde allí nos trasladamos todos a efectuar nuestro reclamo. Había un multitud porque todos estamos en desacuerdo con estas modificaciones.
-¿Qué pasaría si la propuesta de ustedes no tuviera una resolución positiva?
-Primero tenemos que esperar que esto ocurra y luego evaluar. En principio retiraríamos todo el apoyo que dimos cuando este año se pusieron al día los premios municipales. Nosotros colaboramos arduamente con los jurados, con todo. En un futuro ya no estaríamos motivados para seguir colaborando ante una negativa del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de escuchar nuestra postura que es la postura de todo el sector de la cultura, no es de alguna organización en particular. Creo que el mismo ministro se da cuenta de que el proyecto es negativo, pero como ocurre siempre, ellos tienen urgencias presupuestarias que terminan por ahogar primero que nada a la cultura. Esto es bastante frecuente, por lo menos en nuestro país.
-¿Podría darme un ejemplo concreto de cómo perjudicarían los premios estas modificaciones que quieren imponer?
-Hoy, para recibir el subsidio, que son dos jubilaciones mínimas, la actual legislación dice que se empieza a percibir cuando el ganador tiene 50 años. Ellos quieren llevar la edad a 65 para los hombres y 60 para las mujeres. Allí están violando una cuestión de género porque tiene que haber paridad entre hombres y mujeres. No hay ninguna razón para esta diferencia, es absurda. Pero, además, si un creador, una persona talentosa, gana el premio a los 30 años, debe esperar 35 años para comenzar a recibir el subsidio, más de la mitad de la vida que tuvo al ser premiado. Pero, además, hay un agravante: el día que comienza a percibirlo, esas dos jubilaciones mínimas se comparan con una posible jubilación que pueda tener el ganador. Si la que jubilación que tiene es igual o mayor que dos jubilaciones mínimas, no cobra nada. Es decir que esperó 35 años y, si tuvo la suerte de que por otras razones le dieron una jubilación superior o equivalente a las dos mínimas, no cobra nada. Solo cobraría la diferencia si su jubilación es menor a eso, pero nunca ganaría menos que una jubilación, por lo que el premio se reduciría a una sola jubilación. Por eso le dijimos al ministro que los premios municipales se transforman en castigos municipales porque en vez de premiar al que gana se lo castiga con 20, 30 o 40 años de espera para acceder al dinero que le fue otorgado a través de un premio. Es algo totalmente loco. Nosotros somos dialoguistas, somos prudentes y vamos a seguir dialogando todas las veces que nos convoquen, pero la verdad es que desalienta que esto se haga a espaldas de todo el espectro de las distintas entidades que representan a los diferentes géneros culturales. La verdad es que lo lamentamos muchísimo. Le dijimos al ministro que siempre hemos resaltado el diálogo, el buen trato, más allá de que estemos en las antípodas de su pensamiento. Pero esto es romper el diálogo.