No alcanzó. La Cámara Alta funcionó como una caja cerrada, aunque no hermética, a la demanda de la sociedad civil. Con el rechazo a la media sanción lograda en Diputados, el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo deberá esperar hasta marzo de 2019 para volver a tomar estado parlamentario y volverse a discutir y votar hasta que sea ley. La histórica votación cerró con 38 votos en contra, 31 a favor, 2 abstenciones y un ausente.

El resultado ya se sabía desde temprano, cuando llegó el senador tucumano José Alperovich, del brazo de su hija embarazada, y habló adelantó a la prensa su voto negativo. El octogenario Carlos Menem aseguraba su presencia para votar en contra. Todos los legisladores habían ido adelantando su posición. La puntana Eugenia Catalfamo, que iba a votar a favor, fue la ausente con aviso. Omar Perotti, peronista santafesino, y Lucía Crexell, del Movimiento Popular Neuquino, se abstuvieron y propusieron, sin éxito, proyectos de despenalización y no de legalización del aborto.

El proyecto de interrupción voluntaria del embarazo salió como un ventarrón verde desde Diputados pero, luego de un deslucido debate en comisiones, llegó sin dictamen al recinto y con un conteo adverso, con seis votos en contra.

Los cierres, Cristina y la votación

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(Foto: Soledad Quiroga)

Los jefes de bloque levantaron el tono hacia el final de la jornada. Fernando Solanas le espetó a Michetti que “Dios le hizo descubrir al hombre y la mujer al derecho al goce” y contó las complicaciones por un aborto clandestino que sufrió su novia de la adolescencia. Llamó a defender el derecho al goce de las mujeres y a seguir luchando. Junto a Magalenta Odarda, que hizo la cuenta de las mujeres muertas por año, mostraron los pañuelos verdes en el recinto.

Ángel Rozas, chaqueño radical, dejó en claro que jamás pensó en votar a favor. Maurice Closs, de Misiones, dijo que “las calles de Buenos Aires” no se parecen a las de su provincia. Adolfo Rodríguez Saá defendió votar por sus convicciones de católico y dijo que “defender los derechos humanos es defender las dos vidas”.

Llegó el turno de Cristina Fernández, quien ya había hecho público su cambio de opinión y había expectativa sobre su explicación al respecto. La ex presidenta y contó que cambió de opinión no por consejo de su hija Florencia Kirchner sino por “las miles de chicas que salieron a la calle abordar la cuestión feminista, criticar y describir una sociedad patriarcal». «Esta ley conduce a abolir el patriarcado» sostuvo y llamó “llevar adelante una deconstrucción de nosotros mismos como senadores».

“Esta ley no va a salir esta noche. Será el año que viene o el otro. Se está decostruyendo una sociedad machista y se está construyendo un feminismo que puede incorporar una cuestión económica», dijo. “Yo siempre voté por la vida y goberné por la vida» dijo y recordó la votación contra la ley de obediencia de vida, el parto humanizado y la ley contra la violencia contra la mujer, el matrimonio igualitario y la identidad de género durante su gobierno.

A su turno, Pichetto despotricó contra la Iglesia, destacó al ex ministro de Salud Ginés González García, a favor del aborto y desplazado del gobierno de Cristina, a la que le facturó: «Este tema se nos pasó y tenemos que hacer una autocrítica por eso». También criticó al presidente Mauricio Macri por no apoyar el proyecto cuyo debate habilitó.

La abanderada anti derecho al aborto, Silvia Elías de Pérez de la UCR, recordó que hay 13 provincias que en su constitución “defienden el derecho a la vida”. Compartió tiempo sobre el final con el senador oficialista Luis Naidenoff, quien sostuvo: “El negocio de la clandestinidad tiene la marca del dinero y el sello de la clandestinidad”. La intención de Cambiemos fue mostrar equidad ante las dos posiciones que los atraviesan.

El minué de Perotti

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El precandidato a gobernador de Santa Fe, el senador Omar Perotti, apenas comenzó la sesión, incluyó en el temario para que se tratara después de la votación sobre IVE un proyecto de despenalización. Sin embargo, ya avanzada la tarde, la iniciativa fue perdiendo peso. Perotti mantuvo en secreto su abstención hasta avanzado el debate. Es que para 2019 pretende presentarse como precandidato a gobernador por el peronismo. Si bien destacó los avances de su provincia en derechos reproductivos, no votó por el aborto legal.


Urtubey, Larraburu, Giacoppo y Montenegro, al pasto


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Otro de los pocos momentos picantes se dio cuando el senador salteño peronista Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador con aspiraciones presidenciales Juan Manuel Urtubey se puso a hablar sobre las violaciones intra familiares.

“En los casos que no tienen la configuración clásica de la violencia sobre la mujer, sino que a veces la violación es un acto no voluntario de una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violencia pero tampoco se puede hablar de consentimiento”, sostuvo en medio de su alocución.

Luego de la condena en las redes y de la preocupación que expresó la senadora Anabel Fernández Sagasti en el propio recinto, varios oradores después, Urtubey salió a explicarse: “Toda violación debe ser considerada un caso no punible de aborto, incluso si no hubiera forzamiento, deben ser consideradas como tal, de ningún modo quise acotar el concepto, sino ampliar ser más enfático y extremo en condenar la violación en todas sus formas”, ratificó.

Además del papelón de Urtubey, hubo otros senadores con frases polémicas. «Las mujeres pobres tienen a sus hijos porque esta es la única forma que tienen de trascender», dijo la senadora rionegrina Silvina García Larraburu. Silvia Giacoppo sostuvo: «La adopción era tan difícil que las familias terminaban adoptando una mascota». El senador Gerardo Montenegro, de Santiago del Estero, propuso que no haya «una visión hedonista de la sexualidad».