“La fama -dijo Walt Disney- es linda cuando me sirve para encontrar un buen asiento para un partido de fútbol, pero nunca me ha ayudado a hacer una buena película o a dar un buen golpe en el polo». En casi cien años de historia, la compañía estadounidense no logró producir una animación que entrara en los corazones del público deportivo. En 2020, sin embargo, a Disney parece haberle llegado la hora de reivindicarse en el mundo del deporte: apareció como un salvavidas al ceder sus instalaciones en Orlando para que terminen las temporadas de la MLS y la NBA.

Claro que el gesto de Disney no es deportivo, sino otro paso hacia adelante en una apuesta empresarial que tiene al deporte como punta de lanza para meterse en la pelea de las plataformas de streaming. La empresa de entretenimientos es dueña de Fox y ESPN, que tienen los derechos en América de casi todas las ligas del mundo: la Serie A, La Liga, la Bundesliga, la Ligue 1, la Premier League, la UEFA Champions League, la Europa League, la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. Y también los de otros deportes, como fútbol americano, básquet, ciclismo, rugby, boxeo, artes marciales mixtas y tenis. En algunos países con legislación antimonopólica, como Argentina (donde Fox es dueña de los derechos del torneo de fútbol de Primera junto a Turner), Brasil y México, la fusión de señales incluso es puesta en duda. Por ahora, eso no preocupa al gigante norteamericano que ve en las transmisiones deportivas su potencial para competir con Netflix, que aún no desembarca en el deporte en vivo, y Amazon, que ya avisó que transmitirá gratis los partidos de la Premier League cuando regrese el próximo fin de semana.

Negocios al margen, el ESPN Wide World of SportsComplex de Disney, con 90 hectáreas, oferta hotelera variada y tres complejos equipados, parece el lugar ideal para el campamento que se desarrollará desde el 24 de junio, cuando las franquicias de la NBA comiencen a llegar a Florida, aunque el inicio de la competición tenga fecha para el 30 de julio. Se calcula que habrá unas 2000 habitaciones listas en el Coronado Spring Resort, donde se alojará la comitiva de la NBA, que incluirá unas 70 personas por cada uno de los 22 equipos. Dentro del predio estará permitido jugar al golf y comer en los restaurantes, pero deberán mantener la distancia social y se realizarán testeos diarios para prevenir contagios de coronavirus. Los jugadores, que aceptaron una reducción de salarios del 5%, mostraron algunas quejas porque se espera una estadía de 82 días en el caso de los equipos que lleguen a las finales, que comenzarán el 30 de septiembre. Antes, cada franquicia deberá jugar ocho partidos de la temporada regular para definir los ocho mejores de cada zona. Y ahí sí arrancarán los célebres playoffs.

La MLS, en tanto, mudará a 26 equipos de la liga hasta el complejo Wide World of Sports, en Disney. Desde el 8 de julio, con un formato similar al de un Mundial, en el que cada equipo jugará tres partidos de grupo, y luego de 16 días consecutivos de competencia, los dos mejores de cada uno de los seis grupos y los cuatro mejores terceros avanzarán a los octavos de final. La final se jugará el 11 de agosto y el ganador clasificará a la Liga de Campeones de la CONCACAF del año próximo.


Walt Disney, el hombre, practicó boxeo y golf. Pero descubrió su verdadera pasión en el polo, al que le dedicó el simpático corto Mickey’s Polo Team (1936), en el que un equipo conformado por Mickey, Donald, Goofy y el lobo feroz se enfrenta a un rival que tiene a las caricaturas de Chaplin, Oliver Hardy, Stan Laurel y Harpo Marx montadas a caballos. Ahora, en el siglo XXI, el equipo de Disney ya parece listo para competir en el campo de juego real.